Prohibir el fútbol
El CP Celestino Montoto de Pola de Siero, como parece hacen también otros centros en Asturias, prohíbe a sus alumnos/as jugar al recreo al fútbol, deporte mayoritario en niños y niñas. Alegan a semejante imposición y abuso de autoridad lo siguiente:
1.- Poco espacio para juegos en canchas. Hay tres canchas.
2.- Ocupan las canchas y no dejan practicar otros deportes.
3.- Juegan los mayores en la mejor cancha.
Argumentos que son rebatibles con la experiencia y la historia y sin traumas para los niños y niñas:
1.- Ahora hay menos alumnos. En Primaria solo de 1º a 6º y con ratios inferiores a años anteriores. Antes con EGB había alumnos de 1º a 8º, con más grupos por nivel, ratios superiores y alumnos de más edad. Y las mismas canchas y ningún problema reseñable.
2.- Otros deportes pueden practicarse, como se ve, con canastas y en diversos lugares, porque son menos los niño/as que los practican asiduamente.
3.- Todos los alumnos tienen interiorizado que los mayores ocupen la mejor cancha. Ellos también lo serán. Y hay otras dos canchas donde pueden jugar. Solo necesitan una portería o hacerla con cualquier objeto los más pequeños.
4.- Con los mismos argumentos podían prohibir todos los deportes menos el fútbol, que es el que mayoritariamente más quieren, y ahora cada vez hay más niñas practicándolo.
Señores del equipo directivo, trabajen, organicen y no prohíban ningún deporte. Imprescindible para el desarrollo integral de nuestros niños y niñas, no solo físico, sino social y psicológico. Echo de menos una circular a padres y madres. ¿Está en la PGA?
Algunos maestros/as me reconocen, aunque oficialmente los equipos directivos lo nieguen,
que los verdaderos motivos son:
a.- Evitar choques entre los alumnos. Es un deporte de contacto y puede generar fricciones.
b.- Evitar conflictos con las familias si algún incidente, normal en el deporte, trasciende.
c.- Para los que vigilan el patio es un gran descanso. No hace falta pasearse tanto. Si embargo los alumnos si ven a un maestro o maestra cerca evitan hacer abusos, discusiones y peleas.
Desde el punto de vista pedagógico estamos obviando y menospreciando la capacidad de los niños de organizarse y gestionar ellos mismos sus problemas. Si aparece alguno se debe aprovechar para enseñar los valores del deporte: compañerismo, colaboración, trabajo en equipo, respeto al contrario... Sabemos todos y todas que el trabajo en la Educación no debe reducirse al aula. Cualquier sitio es bueno para que nuestros niños y niñas aprendan los valores de la convivencia, el respeto y la tolerancia, imprescindibles en una sociedad democrática. Hoy más necesarios que nunca.
En resumen, es más cómodo prohibir que pensar y trabajar. Pueden ponerse horarios, distribuir por niveles las canchas, rotar diariamente, etcétera.
A pesar de mi reconocimiento a la innegable, encomiable, sacrificada y nunca reconocida labor diaria de los maestros y maestras, imprescindibles para una sociedad más justa, sigo pensando que se hace la prohibición del fútbol por comodidad de los mismos. Puede parecer que tengo animadversión a la profesión, nada más lejos de la realidad. He sido docente vocacional, con casi 40 años de servicios, siempre en centros públicos, 12 años como director, 2 como jefe de estudios. Vigilando más, paseando y hablando con los alumnos, y con cercanía no se generan conflictos.
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