Caunedo: ¿un supermán en el Ayuntamiento de Oviedo?
Hasta hoy creíamos que la capacidad humana era limitada. Ya se sabe, que si ocho horas diarias de trabajo, treinta y cinco semanales y, claro, «el séptimo descansó». Pues nada, que todos esos presupuestos se quedan nimios si pensamos en un hombre, en ¡¡el hombre!!: Agustín Iglesias Caunedo, concejal del Ayuntamiento de Oviedo por la gracia de Gabino de Lorenzo, nuestro alcalde virtual que lleva meses sin asistir a los plenos del Consistorio, como si de una tertulia de amigos se tratara, en la que cada contertulio acude cuando le da la gana. En fin, estamos con Agustín Iglesias Caunedo, que, sin más cualificación académica que un Bachillerato, no ha podido llegar más lejos, y mientras que nuestro Ayuntamiento jamás llegar tan bajo.
Pues bien, ahora con la remodelación administrativa motivada por la más que sensata adscripción a Foro Asturias de varios concejales populares, al hombre, a Caunedo, el señor Alcalde le asigna las siguientes concejalías: Educación, Empleo, Agua y Saneamiento, Medio Ambiente, Seguimiento de Concesiones, Servicios Internos, Relaciones Institucionales, Parques y Jardines, Promoción de la Igualdad, Inmigración, y Cooperación al Desarrollo. ¡¡Once concejalías, once!! ¿Quién da más? ¿Cabe mayor demostración y capacidad humana de trabajo? ¿Habrá soldada capaz de remunerar semejante carga de trabajo? Los ovetenses no salimos de nuestro asombro y ganas me dan, en la primera oportunidad en que me encuentre por la calle a Caunedo, de genuflexionar ante él, hacerle la ola y hasta tocarlo para, definitivamente, comprobar si se trata de un ser humano de carne y hueso (de lo primero parece que bastante), o si realmente estamos ante un invento virtual de Gabino de Lorenzo. Pero no, qué va, todo parece indicar que estamos ante ¡¡el hombre!!, ¡¡Caunedo!!
Así las cosas no me queda más remedio que deshacer todos los argumentos que tantas veces he inculcado a mi alumnado: «... hay que trabajar y formarse, investigar y adelantarse a los tiempos, aprender idiomas y cursar másteres, asistir a cursos de formación y reciclaje, leer e informarse en todos los medios posibles, estar al día, en definitiva...». Pero nada, qué va, ahora la juventud ovetense lo que quiere ser de mayor, con Bachillerato o sin él, que tanto monta, es ser un Caunedo. Más de un millón de pesetas al mes (que es la soldada de Caunedo por hacer que hace), y a correr. Claro que la oposición socialista y comunista del Ayuntamiento de Oviedo no le va a la zaga.
Pues nada que, hasta aquí, los iconos de mi juventud habían sido Gandhi y Luther King, entre otros. A partir de ahora colocaré en la cabecera de mi cama a Caunedo, ¡¡el hombre!! Claro que, bromas aparte, los ovetenses nos encargaremos el 22 de mayo de colocar a cada uno donde le corresponde, caunedos incluidos. ¡Salud!
Félix Martín Martínez, Oviedo
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