Ni tierra ni mar
Recordatorio. Si hay victoria en vencer al enemigo, la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo.
Diógenes
Bueno se ha largado el antipático febrero 2011. ¡Qué gana tenía la Tacita a que se fuera a hacer puñetas. A partir de ahora quedan 17 días para que entre la primavera. Vamos, que en un abrir y cerrar de ojos la tendremos aquí. Qué bien, ¿verdad?
Hoy (ayer, a las 20.24 horas, exactamente) vamos ya a ir poniéndole la despedida y cierre a las presentes y brevísimas líneas. Mas antes vayan unos versos de J. A. Buesa, por si os gustasen:
«Por una agua de hastío voy moviendo estos remos, que pesan tanto al irme y tan poco al volver; pero quizá un día no nos separemos mujer mía, como el amanecer. / No importa que me quede ni importa que me vaya, mientras pasan las nubes sin dejar de pasar, porque tu corazón es igual que una playa, que, pudiendo ser tierra, nunca llega a ser mar. / Tu amor nunca responde cuando mi amor te nombra; tu amor que, sin ser mío, tantas veces perdí. Y yo empujo los remos y viajo hacia la sombra, pues todo se hace sombra si estoy lejos de ti...».
Amables lectores, bajada de telón. Érase una vez.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo