Valencia un año después
Valencia, en el candelero un año después; cuando las cosas deberían estar más claras y tranquilas, y la reconstrucción de los daños van a buen ritmo, aunque a los que todavía no alcanzó se sienten abandonados o cuando menos postergados, veo que la crispación política y ciudadana va en aumento, hasta alcanzar cotas intolerables.
Yo puedo ver normal que familiares de gentes ahogadas en el lodo de la dana pierdan los estribos y protagonicen un espectáculo como el acaecido en los actos del aniversario de la tragedia. Pero que multitud de políticos los azucen llamando asesino a Mazón, por ver de conseguir réditos políticos, culpándole de todas las muertes acaecidas aquel fatídico día, es propio de gentes con muy pocos principios democráticos, sociales y morales.
Hay muchas cosas que aún no se han esclarecido, y que quizás nunca se aclaren. Que Mazón no estuvo a la altura de sus responsabilidades, que debió suspender la comida con la periodista de marras, o al menos haberla terminado en un tiempo mucho más prudente, es más que obvio; y que debió dimitir hace mucho, también. Aspiró libremente a un alto cargo para el que luego fue elegido. Por ello tiene un buen sueldo pagado por el contribuyente, pero
tiene la obligación de estar en todo momento al servicio de este. Y en el sito oportuno.
Pero llamarle, entre otras graves cosas, asesino es más que excesivo. Asesino es una persona que actúa con premeditación, con crueldad y otros muchos agravantes. Más leve es el homicidio, al que no llegó, según mi punto de vista, y creo que el de mucha gente un poquito imparcial. Dijo haber cometido errores, pidió perdón y dijo abandonar el cargo, en el que sigue en funciones hasta que los partidos que lo sustentan en pocos días nombren a un sustituto,. Si no lo hay seguirá, creo, hasta febrero, en que había elecciones.
Gran despedida; cabreo en la oposición por no pronunciar la palabra dimisión y decir que solo hubo mentiras y disculpas, y culpan a Feijoo de haberle nombrado y no destituirle.
La Generalitat Valenciana posee un equipo de técnicos que, entre otras cosas, tiene como tarea hacerse cargo de las competencias de prevención y seguridad de la ciudadanía de la región, con plena autonomía para actuar. No pretendo en absoluto descargar a Mazón de sus responsabilidades, pero sí hacer notar que su normal presencia, creo, no hubiese cambiado un ápice el desarrollo y resultado de los acontecimientos.
Tuvo sus fallos, lo reconoció, pidió perdón y dimitió. No todos hacen igual con más motivos. A toro pasado es fácil ver las faltas, en especial las ajenas. Aunque avisaron de fuerte temporal, nadie creyó que fuese tan fuerte. Muchas personas se hubiesen salvado si hubiesen previsto lo que pasó. Y un dicho asturiano: "Cuídame mio padre, cuídame mio madre, si no me cuido yo, no me cuida nadie".
Ahora lo que toca es tomar medidas para que lo sucedido no ocurra otra vez, que ocurrirá en el barranco del Poyo o en otros muchos lugares en grave peligro. Pero eso es otro tema.
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