Las marismas de Ribadesella se restauran
Los ríos siempre fueron importantes en todas las civilizaciones. El hombre primitivo estableció su residencia a lado de estos. Al principio, habitaba en cuevas, que tienen un elevado grado de humedad y una temperatura baja. La gruta de Tito Bustillo está ubicada en Ribadesella y posee un panel central impresionante de ese bello arte parietal. Los alquimistas de la época ya manejaban bien los óxidos: ferroso, férrico, ferroso-férrico, manganeso, etc.
Supongo que pescarían en la mar cercana y en el estuario del río, las antiguas marismas del río Sella, llenas de regatos, juncos, peces, crustáceos, etc.
Después de la triste Guerra Civil española (1936-39) el régimen franquista vencedor de la contienda civil autorizó que se desecaran dichas marismas; para ello se utilizaron todo tipo de materiales. Los regatos desaparecieron y se consiguió a base de mucho trabajo lograr un terreno apto para el uso agrícola. Hubo que hacer escolleras de "tapín" al lado del río Sella para evitar que este inundase el terreno reconquistado al "H2O".
Hubo una concesión administrativa para estos trabajos, el beneficiado fue D. Eloy Gutiérrez, quien tenía una buena relación de vecindad con mis padres.
D. Eloy tenía ilusión por estos terrenos, construyó una magnífica cuadra, con una cubierta con forma de arco de medio punto, muy bonita y cara para la época. Tenía muchas vacas y unos cuantos empleados para trabajar el negocio agropecuario.
Mi padre, con raíces ganaderas, me llevaba a ver la moderna cuadra y las vacas de D. Eloy. Poseía ordeño mecánico, cuando todo el mundo lo hacía a mano.
Recuerdo a D. Eloy con cariño, era una persona culta y educada. Tenía un hijo con nombre romano, Octavio, que estudiaba para ser ingeniero agrónomo, como no podía ser de otra manera.
Pasaron los años y D. Eloy transfirió su concesión a la Central Lechera Asturiana, que siguió teniendo vacas y hacía en los aledaños de la cuadra "ferias" para los socios de dicha sociedad, quienes miraban ilusionados las marismas con pasto y vacas, considerándolas de su propiedad, pues eran socios. Tenían su parte alícuota.
Hace años, Central Lechera Asturiana abandonó las antiguas marismas y pasó su titularidad a Costas del Estado. Se abandonó todo, los frutales desaparecieron, los juncos invadieron el espacio que les correspondía, etc. La cuadra y su entorno fueron utilizados como almacén por el Ayuntamiento de Ribadesella. La entropía llegó a su valor máximo. Muchos proyectos y ninguna realidad.
Pero, sorprendentemente, a finales de mes de junio se iniciaron los trabajos de restauración con fondos europeos. Se instalan en el entorno una caseta y un baño de obra. Empiezan a retirar cantidad de escombros del entorno. Se limpia todo y se derriban los almacenes, así como la cuadra original de su época. Empiezan a retirar cantidad de escombros del entorno.
El espacio, limpio, parece más grande, con posibilidades para hacer grandes cosas, en esta mediana de cine.
Costas del Estado no es muy valorado en Ribadesella, pero gracias a ellos tenemos el litoral marítimo mejor conservado de España y el aparcamiento del "Campu les Rolles" en el mismo corazón de la villa riosellana, que, además de estacionamiento gratuito, sirve también para los conciertos musicales de verano, pues es muy amplio.
Lo justo es decir: "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
Lo que pasa con Costas es que hay una colisión entre lo público y lo privado. Pero todo debe girar siempre a favor del ciudadano (no súbdito). A día de hoy, casi a medidos de noviembre, se está construyendo una bonita área recreativa para el disfrute de todos.
El huerto y una finca anexa, donde mi querido padre, José Manuel, disfrutaba cultivando productos hortofrutícolas, tiene sus lindes con el área recreativa antes descrita. Si Costas del Estado necesita de nuestra propiedad, para un mejor servicio a los usuarios de esta, habrá que cederla, pues el bien público siempre está por encima del privado.
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