Respeto a los estacionamientos para las personas con movilidad reducida
Quisiera hacer una queja a una situación que se da con demasiada frecuencia en Oviedo en las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR), y especialmente en la estación de Renfe de Uría.
En numerosas ocasiones, desde la propia carretera ya se observa que las plazas de PMR están ocupadas y al acercarme compruebo que están ocupadas por coches que no tienen la tarjeta de aparcamiento requerida; a ello se suma que, debido a la acumulación de coches en todo el espacio de la estación, ni siquiera se puede acceder a ellas; pasa especialmente cuando está al llegar algún tren.
Esta situación me resulta muy injusta. Yo, que camino con dificultad, me veo obligado a recorrer más distancia o, si no encuentro dónde aparcar, a renunciar a realizar mis gestiones. Resulta especialmente frustrante cuando existe un parking a apenas 100 metros, parking que en alguna ocasión he tenido que utilizar yo mismo a pesar de necesitar una plaza PMR y tenerla en su sitio mal ocupada. Considero que quienes acuden a recoger viajeros podrían perfectamente hacer uso de este aparcamiento, cuyo coste rara vez superaría un euro, en lugar de ocupar indebidamente plazas reservadas.
Esta situación también me ha ocurrido en un centro comercial, a pesar de disponer allí de un amplio parking público y gratuito. Sin embargo, las plazas PMR, por su proximidad a los accesos, parecen resultar más "cómodas" para algunos conductores que no las necesitan.
Creo necesario recordar que estas plazas existen porque hay personas que, por desgracia, dependemos de ellas. Me gustaría no necesitarlas, pero, mientras así sea, es esencial que se respeten.
En Gijón, sin ir más lejos, la señalización incluye el recordatorio de que el uso indebido conlleva multa y retirada del vehículo por la grúa. Y, curiosamente, allí nunca he visto coches sin permiso ocupando estas plazas. En otras ciudades también se utilizan mensajes disuasorios, como "¿De verdad quieres estar en mi lugar?" o "Si le quitas el sitio a una persona con discapacidad, asume también sus limitaciones".
Tal vez aquí la medida más efectiva sería aplicar con rigor las sanciones correspondientes.
Considero también que la Policía Local debería intervenir para evitar estas conductas tan poco cívicas. Comento esto porque, en una ocasión, en Ciudad Naranco, solicité la presencia de la Policía y de la grúa para retirar un vehículo mal estacionado en una plaza PMR. Sin embargo, tuve que marcharme antes de que llegaran debido al atasco generado. Para mi sorpresa, el conductor salió corriendo desde una terraza al ver a la Policía y la grúa; estoy segura de que previamente me vio esperando delante de la plaza e incluso oyó mis avisos, pero no se dignó a mover su coche. Aun así, la Policía Local le permitió marcharse sin sanción, algo que considero inapropiado.
Espero que se adopten las medidas necesarias por quien corresponda para garantizar que las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida sean utilizadas exclusivamente por quienes realmente las necesitamos.
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