La Vida: unos minutos de visita a este planeta

La verdad es que tengo tanto que decir...

Hay tantos temas de qué hablar... No sabría por dónde empezar, tienen razón los que me dicen que tengo que contextualizar.

Siempre mezclo churras con merinas y es algo que debo evitar, porque en mis textos de andar por casa comienzo escribiendo del tema que tengo en mente pero después acabo sacando a relucir otros que pueden tener puntos en común pero no vienen a cuento en ese momento.

Haciéndome cada día más mayor y siempre aprendiendo, nunca hay tope para aprender y también para rectificar.

Hoy podría escribir de la actualidad política de esta España nuestra cada día más dividida y fragmentada por el odio, los bulos, el racismo etc.

Ver juzgar y condenar a un inocente y premiar al culpable da para escribir mucho, y ver cómo la gente no tiene criterio propio y se deja manipular por quienes pisotean sus derechos es de juzgado de guardia. Bueno, visto lo visto los juzgados dejan de ser un lugar justo, muchos jueces se ponen de perfil ante las injusticias y miran hacia el lado derecho para que el sol les dé en plena la cara, ¡todo sea por un buen bronceado!

También lo podría hacer de esos obispos o sacerdotes que se pasan por el forro todo lo que predican y pretenden que cumplan a rajatabla su rebaño. Los abusos que han cometido y siguen cometiendo con niños y personas con discapacidad son para vomitar y más al ver que siguen en sus puestos o como mucho los cambian de parroquia...

También podría escribir sobre el acoso a los niños y jóvenes tanto en los colegios como en los institutos, con resultados escalofriantes...

Sin dejar atrás el terrorismo machista y cobarde de los miserables que siguen matando mujeres y dejando a los hijos sin madre.

De nada sirven los minutos de silencio ni las manifestaciones.

El patriarcado retrógrado y machista es una aberración a erradicar de raíz.

Pero no, no voy a escribir sobre lo arriba expuesto.

Hoy escribo sobre lo efímera que es la vida y la poca cuenta que se dan los y las que se piensan que están por encima del bien y del mal, ¿piensan acaso que van a ser eternos?

Que a ellos no les va a visitar la Parca y no les va a servir de nada sus riquezas y posesiones acumuladas porque para nuestro destino final vamos como llegamos al mundo, solos y desnudos. ¿De qué les va a servir el ego, la prepotencia, el mirar por encima del hombro a los demás por creer que son el ombligo del mundo?

Pues de nada porque cuando te devoren los gusanos serás su alimento. Y si te incineran serás pasto de las llamas y ese cuerpo que creías inmortal queda reducido a cenizas.

Me dan pena porque han pasado por la vida y no han dejado nada bueno para ser recordados, únicamente lo serán por sus descendientes cuando pasen a heredar todos los bienes que atesoraron en vida.

Entrando ya casi en el ocaso de mi vida cuando pienso si alguien me va a recordar, igual de hacerlo me recordarán como:

La que estaba como una cabra.

La que se pasaba por el forro lo que los demás pensaban de ella.

La que soltaba lo que sentía sin filtros.

La que bailaba, cantaba y se lo pasaba muy bien, sin complejos y disfrutando el momento a tope.

La que era una egoísta, "Solo piensas en ti".

La que según algunas iluminadas e iluminados ya tenía una edad para hacer según qué cosas.

Desde el Corral de los quietos como no voy a poder contestar lo hago ahora que todavía estoy viva y coleando.

A ver hermosos/as, el estar como una cabra es algo que me encanta, ¿acaso tener un comportamiento diferente a los demás es una aberración?

Pasar por el forro lo que cada cual piense de mi es una virtud muy sana, ¿acaso alguien va arreglar mi vida o la va a vivir mi por mí?

Decir lo que una piensa sin filtros, tal vez sea un defecto, pero peor es ser una hipócrita sonreír a la cara y apuñalar por la espalda.

Cantar, bailar, disfrutar de los buenos momentos sin ningún complejo es lo más sano y saludable que hay, que a vosotros/as no os entre en vuestra cabeza no es cosa mía. He pasado la mayor parte de mi vida sobreviviendo y así y todo nadie fue capaz de borrar mi sonrisa.

No soy una egoísta, ahora priorizo mi persona y mi bienestar emocional.

He dejado de estar siempre dispuesta para todos, para estar solamente para mí, la razón es muy sencilla, cuando no hay reciprocidad la cosa no vale. Si das mucho esperan por más y cuando dejas de dar, pasas a ser la egoísta. Y no me refiero solamente a cosas materiales, también a lo emocional.

Cuando escucho decir:

"Ya tienes una edad para hacer según qué cosas".

"No se da cuenta que ya es vieja".

Me parto y me mondo, precisamente porque ya tengo una edad respetable no permito que nadie me diga lo que tengo que hacer, decir o pensar.

Qué mala es la envidia y que mentes más obtusas cuadriculadas y amargadas habitan este mundo.

Esas personas que piensan así son las que quisieran tener el coraje de hacer lo que a mí me critican

Vivir y dejar vivir es la mejor opción y desde luego que lo llevo a rajatabla, no me gusta ver la vida pasar, me gusta pasar por ella y disfrutar cada momento como si fuera el último.

Soy mayor pero no me dedico a hacer calceta,

Tengo bordados preciosos hechos por mí a punto de cruz, de los cuales me siento muy orgullosa, hago deporte, me encanta la música, adoro a los animales, me encanta leer y aún más escribir, estoy en las redes y de momento tengo el disco duro muy bien formateado, también voy a los talleres de teatro, comencé por mi hijo pero ahí seguiré porque es una buena terapia, interactúas con las y los compañeros, trabajo la memoria, aunque es verdad que para memorizar un texto me cuesta, tampoco tengo mucho tiempo para ello, de disponer de más tiempo me apuntaría a más actividades; no tengo nietos pero soy cuidadora principal de mi hijo con DC y eso es lo prioritario para mí.

Hacerte mayor no te hace invisible, todo dependerá de la actitud que tomes ante la vida.

Bueno, para decir que iba a contextualizar me parece que de nuevo me salte el propósito de hacerlo.