Dar las gracias
Todos sabemos que hay que dar las gracias de corazón a las personas que nos hacen un favor o un buen consejo, pero se nos olvida dar las gracias al Creador que lo crea todo, sin Él no resistiría nada.
Él creó el mundo como lo conocemos, libro de Génesis.
Él creó normas básicas de convivencia libros de Noe y Éxodo, los cuales son universales para todas las culturas monoteístas y para más a su favor escogió un pueblo para que transformará sus leyes, los hijos de Aron.
Él le da alma a las personas que nos dan los alimentos, Él nos da la lluvia que nos permite beber y Él bendice a nuestros familiares, amigos y enemigos por igual, porque todos somos sus criaturas.
Gracias a Él nuestra alma no está sola en el invierno, ni desprotegida por la noche.
Si todos los días le diéramos gracias al levantarnos por ver el amanecer y devolvernos el alma perdida en la noche, a cada comida, Él creó a las personas que nos produjeron y elaboraron los alimentos y le diéramos gracias por tener un techo donde dormir o un manto de estrellas que nos arropan además de dar las gracias por vivir en una tierra de paz, no necesitaríamos tanto antidepresivo.
La mejor receta para estas Navidades en soledad es escucharle a Él y ser agradecido con Él, además del prójimo, dar bendiciones a los demás y ser solidarios en lo que nuestras fuerzas nos permiten.
Bendito sea mi único Señor, hacedor del Universo.
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