Suicidio adolescente
¿Qué ocurre en nuestra sociedad para que se estén produciendo tantos suicidios de adolescentes en los últimos tiempos? ¿Por qué este incremento macabro que sesga vidas jóvenes y deja a su entorno familiar hundido y con sentimientos que seguro no entienden?
De acuerdo a los últimos datos proporcionados por el INE, "en el año 2024 se registraron 76 muertes de menores de entre 15 y 19 años. El suicidio es ya la primera causa externa de muerte entre los adolescentes".
A comienzos de diciembre, dos adolescentes fueron halladas muertas en un parque de Jaén. En octubre, otra joven de 14 años se quitó la vida en Sevilla, después de haber sido víctima de bullying... ¿Qué nos está pasando?
No soy capaz de entender (solo lo puede saber la persona afectada) la presión a la que se puede ver sometido un ser humano cuando decide poner fin a su vida de forma "voluntaria"; supongo que debe de ser un cúmulo de negatividad, presiones, miedos, situaciones horrendas a las que no se ve salida... Presupongo que todas estas situaciones conducen a las personas a límites insospechados y que, ante la falta de ayuda (en la mayoría de los casos), hacen que una persona no vea salida y decida poner fin a su sufrimiento "como sea". Jamás voy a juzgar a alguien que toma ese tipo de decisión, pero me entristece profundamente que, como sociedad, no hayamos sido capaces de detectar el incremento exponencial de personas que viven en soledad, de jóvenes que están siendo acosados por el bullying realizado por parte de animales que comparten con ellos escuelas, institutos, círculos de amistades... Aberrante pensar que un ser humano pueda llegar a amargar la vida de tal forma a un semejante, empujándolo a quitarse la vida. Son comportamientos irracionales que deberían ser castigados.
El suicidio es, en mi modesta opinión, un fracaso de la sociedad colectiva más ocupada en cosas superficiales que en prever sucesos tan destructivos como estos.
Creo llegado el momento de replantearse de forma urgente la educación que están recibiendo los niños y los adolescentes en los centros educativos. No digo que sea responsabilidad de los profesores, sino que los políticos, con la ayuda de los profesionales con experiencia, deben llevar a cabo una reforma de la educación que se está dando a los más jóvenes para evitar que algunos se conviertan en monstruos y acaben practicando bullying de forma gratuita con resultados que no son capaces de vislumbrar.
Muchas veces he visto en TV y en las RR SS vídeos de jóvenes pegándose, maltratándose y cómo la gran mayoría de quienes estaban alrededor se dedicaban a grabar con sus móviles los actos violentos para luego subirlos a las redes. Las redes sociales deberían prohibir este tipo de vídeos con conductas violentas y automáticamente cerrar las cuentas de quienes los suben, además de promover las denuncias pertinentes ante la Policía o los organismos competentes.
Un buen día, un cafre se levanta con el paso cambiado y decide amargar la vida a alguien amenazándole, presionándole, haciendo su vida imposible, ante el más absoluto pasotismo del resto de la manada. Quien no comparte estas animaladas teme denunciar porque podría ser el siguiente: ¿llegará el momento en que en los institutos de España se acaben llevando armas como pasa en los EE UU, o que de repente a un chaval se le encienda una extraña luz que le haga matar a compañeros o disparar en la calle o en un centro comercial? Puede parecer algo ilógico, pero yo lo veo bastante posible tal y como nos estamos comportando en los últimos años. Lo patrones de comportamiento sociales y su evolución son dignos de un análisis pormenorizado. Nuestra sociedad se ha vuelto del todo individualista y somos casi capaces de pasar por encima de alguien que está tirado en el suelo y mirar para otro lado. Claro que hay gente con buenos sentimientos y que ayudan al prójimo, pero tristemente no es lo más habitual.
Abogo por la protección a los niños, jóvenes, mujeres, mayores... a todo el mundo en general, sin importar status social, color de la piel, tendencia política o religiosa... Aún estamos a tiempo de replantearnos la sociedad podrida que estamos creando. Cada día que pasa, alguien más está en riesgo. Yo, por convencimiento, no doy pábulo a vídeos de peleas, agresiones o cualquier cosa parecida al bullying en las redes sociales. Estoy profundamente preocupado por este tipo de actos irracionales y, cuando escucho o leo este tipo de noticias, me recorre un profundo dolor y me siento enormemente decepcionado como persona.
Hagamos algo cuanto antes, y mientras tanto, mandar mi apoyo a los familiares y amigos de las víctimas y ojalá que no se repitan este tipo de sucesos descorazonadores.
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