Monte en el centro de Lugones
Agradezco la oportunidad que se me da para que estas letras vean la luz, no como medio de presión, ya que igual que no me han hecho caso los organismos municipales hasta el momento, tampoco me lo van a hacer ahora, pero por lo menos como desahogo y pataleo.
Hace años que adquirí un piso en la manzana de la nueva oficina de Cajastur en Lugones, teniendo la ventaja de vivir en contacto directo con la naturaleza en pleno centro de la ciudad. Digo esto porque los terrenos anexos están convertidos en un monte, del cual nadie se hace cargo, nadie limpia y en el cual proliferan todo tipo de alimañas y seres que el día menos pensado acudirán a cenar a nuestras casas (las ratas son ya de un tamaño considerable). Esto se puso en conocimiento de la Corporación local en diversas ocasiones por parte de varios vecinos (ya que vivir en naturaleza esta bien, pero determinadas especies animales no son buenas para la salud teniendo en cuenta la cantidad de niños pequeños que hay), con idéntico resultado, no se hace nada. Según tengo entendido, existe una norma, no sé si estatal, municipal o provincial, en la que el propietario de una finca está obligado a mantenerla limpia y si no el Ayuntamiento tiene que limpiarla y pasarle el cargo. Si no, también podemos solicitar que lo incluyan como espacio protegido.
Otra de las ventajas de vivir aquí es encontrarse la calle cortada cada dos por tres, sales de tu cochera y tienes que desviarte por pistas forestales para poder acceder a una calle, todo esto siempre sin previo aviso. Como la semana pasada, algo muy curioso, con todo lo que hay para arreglar, se levanta el final de la calle Lope de Vega único acceso para las cocheras de mi edificio, sin contar las pistas forestales, cortando el acceso sin avisar a nadie y obligándonos a todos a acceder por el tramo de caleya que sale frente a la Casa de Cultura o por el parking público gratuito (estaría guapo que encima cobrasen), poniendo a prueba las suspensiones y bajos de nuestros coches que, claro, pagamos nosotros. Pero además, también andando tenemos que salir por ahí, así que tienes que ir con tus zapatos llenos de barro a cualquier sitio. Igual se nos podrían facilitar unas madreñas o unos chanclos para poder cruzar, nosotros nos comprometemos a dejarlos en la Casa de Cultura y utilizarlos sólo para poder acceder a nuestras casas. La lógica me dice que antes de estropear algo para volver a arreglarlo, se debería arreglar lo que está estropeado, y si tenían pensado cambiar el pavimento de la calle Lope de Vega, qué menos que adecentar las pistas forestales y los mal llamados parking con un poco de firme.
De los eventos que nos acompañan cada poco, véase circos, carpas varias, etc. casi mejor ni hablar, parece mentira que una zona tan sumamente abandonada sea el centro de todas las actividades lúdicas; yo creo que mejor que cortarnos a nosotros la calle, estaría llevarlos al parque que para eso está y no causa tantos trastornos a la población civil. Como no creo que nadie me escuche, y ante la previsión de que se instale en la zona la carpa del Carnaval, les sugiero que amplíen la dotación de los anteriormente mencionados chanclos y madreñas para que la gente pueda acudir sin estropear sus vestimentas antes del concurso.
No me extiendo más, al final yo soy sólo un vecino que cuenta su vida públicamente, que, sinceramente, sabe que no va a servir para nada, como hasta ahora, y al que sólo le queda el pataleo como recurso, ¿o no...?.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo