Que dejen paso a Cascos
En una nota de hemeroteca de LA NUEVA ESPAÑA del 13 de febrero de 2005, se decía, entre otras cosas, hace 25 años... «Esa nota coincidía con la publicación de las pagas mensuales de todos los concejales del Ayuntamiento y tenía la excepción de Francisco Álvarez-Cascos, que había renunciado a retribución alguna. Los concejales de UCD sí cobraban, pero hasta entonces entregaban esas cantidades al Sanitario Marítimo».
Ahora se cumplen treinta años y coincidiendo con tal aniversario viene esto a colación. Me parece interesante e ilustrativo, dada la actualidad de este señor, para que tomen nota muchos socios del PP, que no se pueden limitar a ir a la sede a jugar la partida y leer periódicos gratis como si fuera un casino. El que esté dispuesto, que «coja su cruz y me siga». No puede ser que incluso personajes de la cúpula de este partido se atrevan –por timidez o desgana– a negarse a que Gijón nombre hijo predilecto a una persona que hizo tanto daño a la derecha española o que otro de la dirección del PP apadrine un libro haciendo apología de la Pasionaria. Si tanto les gusta la política, que se pasen a IU.
A don Francisco Álvarez-Cascos le resultó difícil, en su día, mantener esta postura, pues se ganó la animadversión de muchos colegas. No olvidemos el caso de don Alfredo Liñero (que en paz descanse), que tuvo que abandonar el Ayuntamiento de Gijón y a su partido, el PSOE, por hacer lo mismo que hizo el señor Cascos.
Por eso, la coherencia, la honradez, la valentía y la inteligencia son valores que toda persona debe poseer para dirigir un partido político, y si no los tiene que deje paso a otros que, por lo menos, se les supone. El señor Cascos en su larga carrera política lo tiene demostrado, y esperamos y deseamos que con su gestión vuelva a colocar a Asturias en el lugar de privilegio que siempre tuvo, para que, entre otras cosas, nuestros nietos no tengan que emigrar para encontrar trabajo.
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