La realidad de las guerras
Después de todos estos días y sobre todo después de tantos comentarios de la gente me ha dado por reflexionar y creo que no existen muchas diferencias entre la guerra de Irak y el conflicto libio; las dos están apoyadas por una resolución de la ONU, no hubo derecho a veto por niguno de los cinco países. En el caso de Irak, países como Francia actuaron de forma pasiva pero no rechazaron la resolución.
En el caso de Libia se actúa por la descompensación de fuerzas que existen dentro del país entre los aliados de Gadafi y los opositores, exactamente igual que llevaban sufriendo años los iraquíes con los ataques con gases de Saddam. El error de EE UU fue mentir sobre armas de destrucción masiva porque en las formas tenía la misma coherencia que ahora de poder entrar a por Saddam.
El presidente del Gobierno de España se ha dado cuenta de la responsabilidad que tiene serlo y no sólo no ha abandonado Afganistán, donde sí participa en una acción bélica, sino que apoya esta nueva intervención a Libia. De lo que no tiene mucha memoria al parecer es que en Irak las tropas españolas participaron en una acción logística y médica, en ningún caso bélica, y se alzó la voz del pueblo que tenía un trabajo y no tenía otras cosas de qué preocuparse en ese momento más que de salir a la calle.
La ONU de la que tanto nos cansamos de hablar y al parecer de apoyar como si sus acciones o resoluciones sentasen cátedra o jurisprudencia tenía en el consejo de los derechos humanos al señor Gadafi del que llegó a ser incluso presidente junto a Siria.
En conclusión: ¿Qué autoridad moral tiene la ONU y el señor Ban ki-moon para decir cuándo entrar o no en una guerra cuando ha tenido a un asesino y tiene a países como Arabia Saudí o China dentro del consejo de los derechos humanos?
Estamos ante otra maniobra geopolítica en una zona muy peligrosa y de mucha inestabilidad que quiero recordar que nos lleva gas a nuestras casas y algo de petróleo y, por tanto, hay que sacar tajada de ello.
Pero así es el mundo, los melancólicos y sentimentalistas, vease el caso de la familia Bardem y otros tantos que salieron en su día y ahora esconden la cabeza y no son consecuentes con sus actos porque no tienen moral ni dignidad.
Yo la tengo o eso quiero y no me manifesté en contra de la guerra de Irak ni lo pienso hacer aquí.
Vivo atado a pies y manos de lo que decidan cuatro en el mundo y así seguirá siendo.
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