Yo, patriota, me confieso a 110 km/h
Por fin, y después de que el Gobierno de Zapatero se haya pasado más de tres años negando la crisis, no hemos podido caer más bajo y toca reconocer la necesidad de apretarse el cinturón. El problema es que con un equipo ministerial de bajura y Bachillerato (tres de los ministros no han pasado de esta situación) no alcanzamos más allá de un rosario de ocurrencias. Primero, que si la bombillina de menor consumo, después, eso sí, la rebaja del sueldo de los funcionarios o la congelación de pensiones (lo que equivale a una elevada reducción de su ya disminuido poder adquisitivo) y cosas de este tenor. Pues nada, que la penúltima ocurrencia trata de ponerle freno al acelerador (de la crisis) y prohíbe circular a más de 110 kilómetros por hora para ahorra gasolina.
Yo mismo, ya se sabe, fiel a las consignas del Gobierno, acato por imperativo legal dicha orden y me cuadro firme para, tal y como dice el delegado del Gobierno en Asturias, señor Trevín (tan folgao como siempre, en un puesto que sólo tiene por objeto alabar las ocurrencias de Zapatero), circular a 110 km/h, que «es hacer un servicio a España...». Así las cosas, habrá que poner en la visera del coche aquello de «Todo por la patria»; por cierto, una consigna que su señoría Bono se encargó de retirar de los cuarteles del Ejército español porque sencillamente le avergonzaba.
Lo cierto es que todo esto se parece cada vez más a una película de Torrente, sin que todavía se haya vislumbrado el final del túnel, y sin reducir el lastre de casi cinco millones de parados. ¿Un servicio a España? Sí, un servicio a España es suprimir los ministerios que sirven para nada (por tener sus competencias transferidas); un servicio a España es empezar a tener un equipo de Gobierno con personas capaces de algo más que cerrar el puño al canto de «La Internacional»; un servicio a España es que en las infraestructuras de Asturias se comience a trabajar a tres turnos (como con el señor Álvarez-Cascos), para dejar de ser el culo del mundo; un servicio a España es que el Gobierno socialista-comunista que en Asturias preside el señor Areces se baje el sueldo y se ponga a trabajar. Lo mismo para que el resto de sus señorías autonómicas. Un servicio a España es que el ministro Blanco (sin más titulación que el Bachillerato) cure su miopía en un centro público de salud, y no en la consulta privada más cara de España, adonde vienen reyes e infantas (doctores Vega), tal y como por ejemplo ha hecho la señora Esperanza Aguirre, tratada de cáncer de mama en un centro de la Seguridad Social; un servicio a España es la consideración de la figura de «autoridad» al profesorado, para poder recuperar un poco al menos el terreno perdido de la disciplina en las aulas; un servicio a España es que en Asturias el Gobierno de Areces nos suprima el impuesto revolucionario de la gasolina para mantener sus soldadas millonarias; un servicio a España es suprimir el puesto de delegado del Gobierno de Asturias en Madrid, que nadie sabe para qué sirve; un servicio a España es suprimir el puesto de Procuradora General de Asturias en la persona de María Antonia Felgueroso, sin más mérito que ser la hermana de la alcaldesa de Gijón; un servicio a España es que el eurodiputado Antonio Masip (a millón y medio de pesetas al mes) se ponga a trabajar o deje el puesto a otro que sepa hacerlo; un servicio a España es vender el inutilizado edificio del Principado de Asturias en Bruselas (que nos ha costado más de cuatro mil millones de pesetas para nada); un servicio a España es poder llegar en tren a Madrid en menos de tres horas y no que nos empeoren los que ya tenemos. ¿Algo más?
Pues nada, que a partir de ahora circularé desde Oviedo hasta Tapia de Casariego a 110 km/h en casi tres horas. Para patriota yo. Como quiera que sea, y dado que la medida es provisional (hasta julio), yo seguiré circulando a 110 km/h. Y es que por tan poca diferencia, yo no estoy dispuesto a dejar de ser un patriota. ¡Faltaría más!
Félix Martín Martínez
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo