Algunas preguntas sobre un parque condenado
Me he decidido a escribir estas líneas para compartir la indignación, la rabia y la impotencia que siento al ver cómo destrozan el parque de Las Meanas, uno de los pulmones de Avilés, con la construcción de una plaza de abastos provisional en mitad de las dos zonas verdes más extensas del parque. Desde que iniciaron las obras ya han talado dos árboles, uno de ellos con más de cien años a sus espaldas, y una se pregunta si estaban enfermos antes o después de que las máquinas excavadoras sacasen la tierra para sustituirla por una explanada de cemento y destrozasen parte de sus raíces. ¿Qué va a suceder con el resto de los árboles afectados por la obra? ¿Es casualidad que la tala de estos árboles esté coincidiendo con una tala indiscriminada de los árboles en Avilés? ¿Cuál es la política de parques y jardines del Ayuntamiento avilesino? ¿Por qué no se sustituyen los árboles enfermos por árboles jóvenes y sanos? ¿Qué ha cambiado para que la izquierda que nos gobierna, la misma que en el inicio de la democracia se movilizaba ante la tala del Arbolón y se proclamaba defensora del medio ambiente, se dedique ahora a construir parques de cemento, a talar los árboles de nuestras zonas verdes, y se niegue a cumplir la obligación legal que tiene de construir un albergue para los perros abandonados? Tampoco la oposición parece tener interés en estos temas, ya que calla, y el que calla, otorga. Mientras tanto, los índices de contaminación en Avilés siguen subiendo. Avilés no se merece los políticos que tenemos. ¿O quizá sí?
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