Por fin ya tenemos un aeropuerto por provincia
Cuando cada día hay un proyecto para hacer nuevas autopistas y trenes de Alta Velocidad, aunque todo está parado, ¿qué significa ese elevado número de aeropuertos en España construidos en los últimos años? Dicen los entendidos que el 80 por ciento son deficitarios. Después vienen los planes de privatización para corregir los errores cometidos y las huelgas del personal aéreo que tanto malestar crean a los ciudadanos.
Muchos de estos aeropuertos han sido proyectados por políticos amigos: ministros, presidentes de autonomías y otros, en comidas de «trabajo», tomando un vino o a la hora del café, por puros intereses personales o políticos sin atender a las verdaderas necesidades de los ciudadanos. Otros han sido fruto de ocurrencias a las que ya estamos muy acostumbrados. Estos aeropuertos están agravando la crisis y poco a poco habrá que pensar en suprimirlos.
Sin embargo, hay gente que está muy contenta con ellos y añora aún más. Dicen que, aunque son deficitarios hoy, no lo serán mañana. Que todo el problema está en que los españoles no tenemos cultura de «volar». De lo que no tenemos cultura, pienso yo, es de poner los pies en el suelo.
Otros dicen que en los países europeos avanzados hay más que en España. Claro, tienen más población y más riqueza. También tienen más centrales nucleares para no depender de nadie. Sólo somos europeos para lo que nos apetece.
Por último, no falta quien dice que los aeropuertos generan mucho empleo. Si es así, estoy de acuerdo que cuantos más se construyan, mejor, a ver si de esta manera acabamos pronto con los cinco millones de parados.
Tengo la confianza de que ese personaje que muchos asturianos vamos a votar en las próximas elecciones autonómicas acabe de una vez la autopista del Cantábrico, que me permita ir a mi pueblo natal con mayor rapidez; que termine el AVE para poder visitar de vez en cuando la capital de mi país y que acondicione el aeropuerto, que nos merecemos más de un millón de asturianos, para que, entre otras cosas, mi hijo menor que vive en Francia pueda venir a Asturias sin tener que hacer escala en León o en Santander, cosa que acabará sucediendo si nos empecinamos en viajar sin Cascos.
José Ramón Rodríguez Fernández
Oviedo
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