Ladran, luego cabalgamos

Me recordaba el otro día un camarada aquello que dejó dicho Ortega y Gasset: En toda lucha de ideas, cuando veáis que de una parte combaten muchos y de otra pocos, sospechad que la razón está en estos últimos.

El pasado 19 de marzo en una céntrica plaza de Oviedo, el Frente Nacional en Asturias reunió a un grupo de patriotas asturianos y por tanto españoles, bajo el lema "En Defensa de los Derechos Sociales de los españoles y su seguridad frente a la inmigración". Nuestra concentración, como siempre, contaba con los permisos legales correspondientes, mientras a escasos metros una turba de individuos de variadas procedencias ideológicas, pero cercanas a la extrema-izquierda, al independentismo, al pseudoanarquismo y al terrorismo etarra vociferaban consignas violentas y manipuladas contra nuestra organización y los allí concentrados.

Tras el anuncio de la convocatoria del Frente Nacional, desde diferentes páginas web de ese conglomerado ultra-izquierdista violento, varias organizaciones y grupúsculos de ese entorno, más de una veintena de siglas la mayoría integradas por los mismos individuos, como viene siendo habitual, vomitaban su odio hacia nuestra organización con calumnias, injurias y amenazas veladas tanto hacia nuestro partido como incluso hacia el Sr. Delegado de Gobierno en Asturias, haciéndole, incluso, responsable de los incidentes que podían llegar a ocurrir si se autorizaba nuestra concentración, incidentes o altercados que obviamente serían causados por ellos.

Las intenciones de estos grupos e individuos son siempre provocadoras, siguen aquello de difama que algo queda, sus argumentos se basan en manipular nuestro mensaje social y nacional en defensa de los españoles, acusándonos de ultraderechistas, cuando somos un partido transversal alejado tanto de la derecha como de la izquierda, categorías políticas que contemplamos trasnochadas; tildándonos de racistas, por defender la identidad y soberanía de cada pueblo en el ámbito de sus territorios; nos acusan de capitalistas cuando nosotros condenamos todo tipo de materialismo y explotación sea liberal o marxista; nos tachan de machistas por rechazar la artificial, hipócrita y discriminatoria ley de la paridad y la igualdad, emplean contra nosotros los términos como nazis, fascistas, cuando nuestro ideario no está basado en ningún movimiento político ideológico del pasado sino que proponemos una alternativa social y nacional al actual sistema oligárquico y partitocrático, ofrecemos soluciones reales y de sentido común a los actuales problemas de los españoles: la crísis económica-paro, la inmigración y la corrupción política; se nos ha llegado a señalar como xenófobos e incluso xenofagos, cuando no estamos contra el inmigrante, ni le odiamos, simplemente nos posicionamos contra las causas de la inmigración y quien la fomenta: la globalización, si no odiamos a los inmigrantes, menos nos los vamos a querer comer (xenófagos).

En el colmo de los despropósitos tergiversadores y con el fin de meter el miedo en el cuerpo a los ciudadanos para que no acudan a nuestros actos, se nos acusa de violentos, cuando somos nosotros los que tenemos que aguantar amenazas directas, insultos e intentos de agresión cada vez que en cualquier región española tratamos de hacer llegar nuestro mensaje, son siempre los voceros intolerantes de este tipo de grupos tratados por el sistema como jóvenes revoltosos o a lo sumo incontrolados quienes defienden la violencia como su método principal de lucha contra el sistema que le protege y mima por muy anti-sistema que se autoproclamen.

De la misma forma tenemos que soportar que los medios de comunicación den cobertura a sus proclamas sin tratar de contrastar con nosotros tales difamaciones, o directamente silenciando o censurando nuestra libertad de expresión y nuestras opiniones.

En los actos del Frente Nacional no se porta ninguna simbología prohibida ni anti-constitucional por mucho que se empeñen en afirmar lo contrario, portamos la bandera de España y el escudo de nuestro partido (acuartelado con los colores de nuestra enseña nacional), sin embargo en las manifestaciones de los acusadores nos encontramos con banderas no constitucionales (IIª república) o que recuerdan (bandera roja con la hoz y el martillo, estrellla roja) el genocidio que protagonizaron y siguen protagonizando regímenes comunistas, además de emblemas relacionados con la violencia ácrata y terrorista-separatista.

Ellos, los acusadores se mueven sólo por odio, mostrando bien una epilepsia colectiva, bien una parálisis dogmática, o ambos cosas a la vez, nosotros nos movemos por Principios y Valores, a ellos les molesta que la gente se acerque a nosotros, personas que han preferido conocernos directamente y obviar lo que les cuenta la prensa escrita, las emisoras de radio, o los telediarios.

Mientras ellos, los acusadores y sus organizaciones están subvencionados por el sistema al que falsamente combaten, nosotros, nuestro partido, y otras asociaciones y movimientos patriotas, nos mantenemos con las cuotas y el trabajo de nuestros militantes.

Como decía Don Quijote: Ladrán, luego cabalgamos.