Avilés, una de cal y otra de arena
El pasado sábado 26 de marzo de 2011 el equipo de Voleibol Femenino Infantil B, de la Agrupación Deportiva La Curtidora de Avilés, venció en su último partido, proclamándose nuevas campeonas de Asturias en su categoría.
Este hecho coincide con la reciente inauguración del Centro Niemeyer de Avilés, sin duda, un gran logro para la ciudad y para Asturias en general, y sin duda también para el Presidente del Principado, dado que en este domingo salió en prensa la noticia de que seguirá vinculado como presidente de honor del Centro hasta que la muerte nos separe en frase del propio Areces.
Yo no sé si Areces lo merece o no, si lo ha conseguido por su trabajo y dedicación, lo ignoro y, simplemente, me da igual; lo que si tengo claro es que las niñas del equipo infantil sí lo han trabajado, merecido, ganado por su propio esfuerzo y constancia; sin embargo, parece que el titulo de campeonas de Asturias se queda en una mera anécdota sin ninguna repercusión ni trascendencia.
Digo esto porque desde hace unas fechas la agrupación deportiva inicio una campaña de recaudación de fondos para que este equipo de voleibol femenino infantil pueda representar a nuestra comunidad en el Campeonato de España; parece que en Avilés ser niña, adolescente y practicar un deporte digamos minoritario no es motivo suficiente para el interés de nuestros representantes. A día de hoy las subvenciones ya superreducidas para este tipo de deporte nos hacen temer por la participación y representación en el Campeonato de España, e incluso por el futuro de la agrupación.
Pensando en la proyección de la ciudad, abrimos un centro lleno de esperanzas y que sin duda nos señala en el mapa, por otro lado, parece que nos olvidamos del futuro de sus habitantes, el futuro de las niñas de 12 a 14 años, una de cal y otra de arena.
Si a día de hoy unas adolescentes por su esfuerzo consiguen ser campeonas y no se reconoce, ni ayuda, me pregunto si en el futuro querrán competir en algo, cuando el ganar no supone más que los abrazos y unas palmaditas en la espalda de sus seres queridos. Me pregunto si la igualdad se trata de que las chicas jueguen también al futbol para conseguir ayudas, subvenciones y poder competir a nivel nacional.
Ya como último pensamiento al aire, me pregunto si los organismos correspondientes, los representantes de Avilés y de Asturias, ayudaran a nuestras hijas fomentando que el deporte tenga un fin, que las campeonas y deportistas de hoy lo sigan siendo en el futuro, o, por el contrario, dejarán correr la brisa marina que acaricia el Niemeyer para que lleve el nombre de Avilés bien lejos, pero no a sus habitantes, ¿quién sabe? De momento, a disfrutar el título y el trabajo realizado, enhorabuena a nuestras jóvenes deportistas y que sigan creciendo.
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