La Nueva España » Cartas de los lectores » Matías y la sabiduría

Matías y la sabiduría

16 de Abril del 2011 - Ramón Alonso Nieda (Arriondas)

En cuanto a la sabiduría intrínseca de los dirigentes populares al diagnosticar el terrorismo, la etapa del PP se clausura con el 11-M, el mayor atentado de la historia de Europa. Así clausura Matías Vallés una de sus columnas en LA NUEVA ESPAÑA (02.04.11). Si la responsabilidad política de aquella catástrofe incumbe al Gobierno del PP, la responsabilidad técnica alcanza de lleno a los jefes de la Inteligencia y Policía de entonces, cargos de confianza de aquel Gobierno.

Desde esa responsabilidad compartida, nada más lógico que el Gobierno en funciones, en los días que siguieron a los atentados y a las elecciones, mirase para otro lado mientras los mandos policiales, a quienes se les había ido la cometa de las manos (los terroristas eran confidentes), y habían dejado entrar tan mortífero gol a bocajarro, se aplicaran con denuedo a destruir las porterías (los trenes de la muerte) y el mismo estadio (las toneladas de residuos reunidas por los tedax), se sacaran incluso un balón nuevo de la manga (la mochila de Vallecas).

También entraba dentro de la lógica que, al llegar ZP a la Presidencia del Gobierno, con la moderación y la sabiduría que caracterizan a los dirigentes del PSOE y al electorado que moviliza, aquella panda de incompetentes e irresponsables fuera ejemplarmente castigada, empezando por la destitución fulminante sin excluir la puesta inmediata a disposición de la jurisdicción penal. Si los españoles no nos merecíamos un Gobierno que nos mentía, tampoco merecíamos una Seguridad que permitía que nos hiciesen picadillo. Cómo no pensar además en una comisión parlamentaria para establecer la responsabilidad del Gobierno cesante en la destrucción masiva de pruebas. Como es incompatible la enumeración prolija con la brevedad exigida a una carta de los lectores, limitémonos a un ejemplo ejemplar: el protagonista de la responsabilidad in vigilando, el director de los Servicios de Inteligencia, Sr. Dezcallar, fue desterrado sin contemplaciones y enviado como embajador al Vaticano (un destierro al que ahora aspira Bono); por si fuera poco, unos meses después lo destierran todavía más lejos como embajador en Washington.

-Por la teoría de los extremos que se tocan, el discurso etarra debía ser asumido en algún momento como infalible por la extrema derecha mediática, escribe Matías Vallés como si fuese literalmente el amanuense de Rubalcaba. ¿Afinidades electivas? Entre químicos va el juego. ¿Cree usted que pueda haber algo de verdad en los papeles interceptados por la Policía a la banda? ¿Y no le da vergüenza? Pues debería dársela andar en tocamientos extremos con terroristas, en camada negra. A quien tenemos que creer, siguiendo la sabia y desapasionada lección de D. Matías, es a Trashorras que, al confesar en su recurso a Estrasburgo que vendió a los terroristas el explosivo utilizado en los atentados, ha desactivado desde la autoinculpación las esotéricas teorías de la conspiración (fin de cita).

Creamos pues a pies juntos a José Emilio Suárez Trashorras que, además de confidente, terrorista y narcotraficante, tiene diagnosticado un serio trastorno de chocolatera. Trashorras además ye nuestru (que diría la publicidad institucional). Un químico tan solvente como Matías Vallés no está confundiendo las afinidades electivas con las electorales, pero se da por supuesto que un alto porcentaje de lectores electores no pierde su tiempo en sutilezas y distingos. Así que si cuela, cuela. Ahora está de moda terminar las enumeraciones por aquello de y/o mediopensionista, pues llevo este fin de semana preguntándome si en campaña electoral la sabiduría de Matías, habitualmente tan fino, es intrínseca, extrínseca o de pensión completa.

Cartas

Número de cartas: 45956

Número de cartas en Septiembre: 60

Tribunas

Número de tribunas: 2084

Número de tribunas en Septiembre: 6

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador