¡Durísimos adioses!
Recordatorio. No hay nada mejor en la vida que dejar memoria de vuestros hechos en los que deseáis que os recuerden.
Jenofonte
Siempre andamos diciéndole adiós a lo que más queremos: a nuestros padres, abuelos, a los hijos, a los hijos de nuestros hijos, a los hijos de éstos, a la pareja que amamos, a nuestros amigos... Sí, siempre, siempre, estamos diciéndonos adiós. La Tacita hace tiempo escribió un cafelito titulado sencillamente «Adioses». Dentro de la grandísima emoción que trataba de disimular el presidente actual del Gobierno español, cuando recientemente anunció personalmente su renuncia, tragándose las lágrimas ante un posible (?) tercer mandato al cual renunció. Ese adiós representó para él una despedida especialísima. Segurísimo que sí. Amables lectores, 20.06 horas de ayer, martes. Despedida y cierre. ¡Ay, a veces, bueno, siempre, siempre, siempre cuánto duelen los adioses! Érase una vez.
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