La tonada
La tonada: parte de la sociedad no sabe que existe, otra parte sabe que existe, pero no la conoce. Una minoría la conocemos hasta cierto punto. Este cante lo llevaron "Los Cuatro Ases" a los escenarios, pues se cantaba por bares, romerías, etcétera. Para cierta sociedad era un cante anticuado, aldeano, y más y más.
Si la cultura nace de los pueblos, junto está la tonada. Alguien preguntaba ¿cómo es la canción asturiana? Muy fácil: abren la boca y dan voces. ¿Siempre dan voces? No, no, cuando casen aparen.
De treinta años acá nacieron concursos y concursos, siendo un examen que se dice cantando. Un sistema mecánico, una criba con ciertos defectos difíciles de reparar. Así y todo, es un puntal para sostener la canción asturiana, pero existen otras formas más de tú a tú, más de la calle: un llagar, un lugar adecuado, sin dirigentes, sin calibres. Los calibres son peligrosos, sobre todo las centésimas y las milésimas, y no sirven para cualquiera, donde se cante por pura afición, pues el dinero, muchas veces, estropea el funcionamiento de las cosas, requiriendo un matiz largo.
Ciertas escuelas, al no existir partituras musicales, en lo más clásico, se dirá "esa ye así o nun ye así", preguntando por lógica los alumnos a los profesores, y como no hay nadie que lo sepa todo y nadie que no sepa nada, también el profesor al alumno, por ser la ciencia infinita y común. Pues si el cante es un cante, el arte es indefinido de calificar.
Sobre el entendimiento, empezando que si esa ye así o nun ye así, y siguiendo por el sentido común, el menos común de todos los sentidos, y terminando por la genética personal, pues se dice que a Napoleón la música que más le gustaba era el ruido de los cañones.
También se observa la desaparición de la clásica allerana. El Presi decía que la inventaron los moros; alguien del centro que nun ye asturiana. Requejo, Carlitos, Jaime Caleya y tantos otros. Este cante es más difícil que el llamado del centro, no requiere mucho volumen de voz, por su vibración de la misma, sus curvas. Ya lo dice el refrán: agárrate que hay curva. La llamada del centro es más brillante, más estética, voz más lista, pero la clave no está en lo que reluce, sino en todo lo contrario, que no es fácil de imaginar.
Siguiendo por el mundillo de la tonada, me refiero a AICA, asociación de intérpretes; pues bien, se hace un desglose de cantantes con ciertos calificativos, sin entrar en detalles. ¿Influirían factores fuera de la lógica, personales? Que más o menos, todos tenemos algo dentro de esa parcela comunal.
El pensamiento es libre, claro. ¿Quién juzga a quién? Saber estar o no saber estar. ¿Para quién? Lo que cuenta es estar. Así decía hace años un popular cantante, amigo de tal, amigo de cual. Las palabras y los hechos son como las herramientas de trabajo: hay que saber emplearlas. Ojalá supiéramos todos.
Con la verdad por delante tampoco se llega muy lejos.
Fernando González Alonso
Oviedo
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