Adios a un casín
El lunes día cuatro de abril, a pesar de que la primavera empujaba las ganas de vivir, una triste noticia ensombreció nuestro ánimo. Nuestro querido Avelino, del Turutal, nos había dicho adiós. Su figura bonachona y platiguera ya no nos recibirá en Linares, siempre con una ocurrencia ó contestando algo que quisiéramos saber de cualquiera de Casu, pues a todos conocía, gracias a los años en que desde el modesto local de santa Gadía, distribuyó vino por todos los pueblos y caseríos del concejo. Amigo de todos, igual le daban las sotanas que la bandera morada tricolor, para cualquiera tenía un rato de conversación.
Desde la modesta capilla de la explanada del bar, construida en memoria de su hijo, muerto a temprana edad, partió hacia otros lugares, no sé si más hermosos que los que vivió durante toda su vida, en compañía de la infatigable Trini y sus hijos.
Solo sabemos que Casu, perdió a uno de sus vecinos más queridos, y con esa pérdida se queda nuestro corazón con un hueco difícilmente reemplazable por nadie.
Desgraciadamente hombres como Avelino, no tienen sustitutos.
Nos acordaremos siempre de ti. Descansa en paz.
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