Abuelas/os, nietas/os
Recordatorio. Lo que en la niñez se siente, en el corazón toda la vida dura.
Quevedo
Nos ha gustado mucho (qué mucho, muchísimo) «La Oreja Verde» 971, o sea, la de ayer. Todas ellas nos encantan, y especialmente la citada. ¡Ay, los nietos y los abuelos, éstos y los nietos! Aquí, sobre la mesa del ordenador, tenemos un apunte de uno de los párrafos que una abuela le escribió a su nieta (ésta ya mocita, que no vivía en casa, sino en el extranjero). «Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda; respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve».
Amables lectores, leed de la primera página a la última la extraordinaria novela de Susanna Tamaro titulada «Donde el corazón te lleve» (Seix Barral). Os la recomendamos. Despedida y cierre, 20.51 horas, exactamente, de ayer. Adiós. Nos vamos unos días. Érase una vez. Sed dichosos en lo posible.
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