Malas noticias para el patrimonio de Asturias
La Consejería de Cultura y Turismo no convocará subvenciones en 2011 para la protección del patrimonio histórico. ¿Se han planteado qué implica esta terrible noticia?
Que todos esos pequeños monumentos antiguos, rurales, hermosos y valiosos que están que se caen de humedades, goteras y grietas darán un paso más hacia el abandono.
Que esos bellos retablos de las iglesias de los pueblos, con sus imágenes de madera que nos recuerdan la infancia del arte de Asturias, seguirán pudriéndose poco a poco, carcomidos por la polilla sin que la Dirección General de Patrimonio –que por ley debe protegerlos– haga nada por evitarlo.
Que las escasas pinturas murales que tenemos en algunas de nuestras iglesias seguirán desapareciendo por el avance de la humedad, en una pérdida irreparable de nuestra cultura y de nuestro arte, que generaciones presentes y venideras no podrán disfrutar.
Que los escasísimos fondos (en comparación con los presupuestos de otras comunidades) que el Principado destinaba anualmente a la protección de nuestros bienes históricos se han gastado en infraestructuras turísticas megalómanas que nos han costado millones de euros.
Que se gastó más en las ventanas de un edificio moderno que lo que se destinó a subvenciones para restaurar todo el patrimonio de Asturias el pasado año; se gasta el dinero de nuestros impuestos en lo que da más lustre político y se deja perder lo que realmente tiene un valor incalculable para la cultura de nuestra región: lo nuevo puede acometerse en cualquier momento, los restos del pasado son irrecuperables.
Que en 2010 se endurecieron de forma escandalosa las condiciones para acceder a las subvenciones hasta hacerlas casi inalcanzables, se suprimieron las subvenciones a los ayuntamientos para restaurar su patrimonio histórico y se terminó eliminando las subvenciones a particulares e instituciones sin fin de lucro.
Que, por supuesto, esta medida se toma de forma velada haciendo que parezca que no se convocan las ayudas de momento, como si estuviera previsto hacerlo más adelante cuando ya no quede ni un euro en las arcas.
Expresamos nuestra indignación y denunciamos que la ley de Patrimonio del Principado de Asturias es papel mojado, que se incumple con total impunidad por parte de aquellos que la promulgaron.
Debemos hacernos oir para defendernos del ataque a lo que es nuestro. Porque un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad.
Como ciudadanos responsables no lo podemos permitir.
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