Rurales inadvertidos
Recientemente LA NUEVA ESPAÑA publicaba una carta dirigida al alcalde de Cudillero, cuyo remitente era Diego Ribeira López. En la misma, quien suscribía hacía alusión a la iniciativa impulsada por Francisco González Méndez, tendente a que la Real Academia de la Lengua suprimiese la segunda acepción del término «rural», donde se recoge que es una persona «inculta», «tosca». En su carta, el arriba referenciado manifestaba que «si nadie se ha quejado hasta ahora de que exista esa acepción en la palabra rural es porque ha pasado inadvertida». También argumentaba que «usted (refiriéndose al alcalde de Cudillero) no tiene ni idea de lo que esa palabra significa y no es de extrañar. Bien lo confirma el estado de abandono en el que ha dejado al entorno rural durante todo su mandato, la manipulación y la presión que ejerce su Ayuntamiento sobre las decisiones que se toman en las juntas parroquiales, montes comunales y entidades locales».
Me gustaría comentar al respecto que el hecho de que la segunda acepción del término rural haya pasado inadvertida no significa que deba perdurar si la misma no se corresponde, insulta o agravia a un grupo humano al que el término discrimina sólo por el hecho de vivir en un entorno físico determinado. Me parecería lamentable que quien tiene la iniciativa para modificar la acepción de un concepto que insulta a todos cuantos vivimos en el entorno rural no lo haga por el hecho de que para otros pase inadvertido. Inadvertido tampoco me pasa a mí el agravio que usted formula contra el Ayuntamiento de Cudillero, contra quienes democráticamente, no lo olvide, han sido elegidos para gestionar, defender o administrar los intereses del municipio, y en el caso que nos ocupa durante cuatro legislaturas consecutivas. ¿Tal vez considere que todos los vecinos de Cudillero que votan en las urnas son rurales en su actual acepción de incultos?, pero posiblemente es que usted quisiera imponer un gobierno al que no refrenden las urnas.
Quizás usted en su desconocimiento no sepa además que el alcalde de Cudillero ha dedicado buena parte de su vida política a la defensa de los intereses del mundo rural y no en balde es presidente de la Red Asturiana de Desarrollo Rural, vicepresidente de la Española y presidente de la Comisión de Municipios Rurales de la Federación Española de Municipios. Hombre, poner en duda sus conocimientos en la materia, es cuanto menos un poco osado por su parte.
También considero que usted comete un agravio contra las juntas locales, montes comunales y entidades locales, con sus correspondientes representantes, puesto que afirma sin pudor alguno, que son manipulables, poniendo con ello en duda su capacidad y el trabajo que desarrollan como organismos autónomos de gestión. Lo que tampoco me ha pasado inadvertido es que usted es el número cuatro de la candidatura del Partido Popular de Cudillero y que, por tanto, su visión o por lo menos sus manifestaciones son una burda manera de hacer política, con una cuestión en la que estoy convencido que no habrá fisuras de siglas a nivel autonómico, ni siquiera por parte de los responsables del partido que usted representa. Espero que usted que se presenta a estos comicios, salga electo o no, respete la decisión del pueblo, de ése que usted parece juzgar como inculto, según a quien vote. Entre tanto, le recuerdo que aquí o en la Pampa, los rurales no somos incultos, ni toscos, ni tampoco pasamos «inadvertidos».
José Carlos Arribas Hernández
Gijón
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