Ejemplo cristiano
Hace un tiempo que ha fallecido mi esposa en la Residencia de Santullano de Mieres, de la que guardo un muy grato recuerdo y a la que estoy enormemente agradecido por el trato recibido de todo el colectivo que trabaja allí, desde el director hasta el personal sanitario, por el buen comportamiento y delicadeza que mostraron en todo momento con los dos.
Ella antes de morir me solicitó que acudiera a misa.
No fue ni es ningún obstáculo por mi parte acudir al culto, porque me he criado en el seno de una familia de creyentes y por lo regular acudíamos los domingos a la iglesia, a pesar de que cuando comenzamos a trabajar ya no había tiempo para ello.
Soy cristiano y mi fe en Dios me ayudó a sobrellevar esta tan desconsolada pérdida. Cada vez que acudo a la iglesia me encuentro en paz conmigo mismo y con todo lo que me rodea, dirigiendo mis oraciones no solo a mis seres queridos, sino peticionando la paz que tanta falta nos hace a todos.
Entiendo que la creencia y la fe en la religión dependen de cada persona, pero en quien la tiene ha de ir acompañada con el ejemplo. El respetar la convivencia y el bienestar de todos nuestros semejantes es creer en Dios. De nada sirve que tengamos una fe ciega en Él, a quien, por otro lado, no hemos visto nunca, y pasemos de largo ante el prójimo a quien vemos a diario y no respetemos sus costumbres, su forma de vida o sus creencias. Ignorar o criticar no entra dentro de ese ejemplo cristiano.
Enrique Viejo García
Mieres
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