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Crema de Puerros fría

16 de Mayo del 2011 - Ramón Alonso Nieda (Arriondas)

O Vichissoise. Vichy fue capital de la mal llamada Francia Libre, bajo ocupación alemana, entre el 40 y el 44. La Francia Obediente, se hubiera llamado con más propiedad ya que todas las instituciones de la Tercera República (incluído el poder judicial) se sometieron a la política del Tercer Reich sin mayores estridencias. Desde entonces las palabras colaboration y colaborateur tienen para los franceses una resonancia definitivamente ominosa.

Los países sometidos a una presión excesiva desde el exterior terminan segregando un partido del extranjero, síntesis lamentable de miedo y oportunismo. Para entenderlo, no conviene confundir rivalidad con hostilidad. En la rivalidad se ventilan conflictos de intereses que se reconducen por vía diplomática o por las leyes de la competencia. Francia o Alemania pueden ser hoy rivales de España pero están muy lejos de ser sus enemigos. En la hostilidad suele haber un trasfondo de reivindicaciones territoriales que tradicionalmente llevan a la confrontación armada.

No es, pues, difícil identificar a los enemigos actuales de España. Al sur, Marruecos, que reivindica Ceuta, Melilla y las Canarias; al este, los separatistas catalanes, que reivindican Cataluña y Baleares y, presumiblemente, el Rosellón; al norte, los separatistas vascos, que reivindican el País Vasco, Navarra y un buen trozo de Francia, además del Condado de Treviño (en Burgos) y Villanueva de Trucíos (en Cantabria), por donde se retiraron en el 37 para entregarse en Santoña (desertando de acudir al frente de Asturias). Si esos territorios fueran suyos, justo sería que los recuperaran; pero a lo mejor también son de los españoles que los habitan desde que España es España. Y de esto hace ya una buena temporada. De ahí lo que ellos llaman el conflicto.

Marruecos no se sienta en el parlamento español; los separatistas sí. Ahora bien, ¿sigue siendo soberano un Estado que, como casi siempre ocurre, pone la llave de su gobernabilidad en manos de sus enemigos declarados? Que ningún tontilisto quiera ver aquí retórica de derecha extrema; los propios nacionalistas declaran que toda su razón de ser se agota en su voluntad de secesión; movidos por esa voluntad son, están y actúan. El estatuto de Cataluña fue una retirada ante el nacionalismo catalán. La aprobación de BILDU por el Constitucional es una capitulación ante el separatismo violento vasco. ¿Tiene esto vuelta de hoja? El gobierno movilizó a la fiscalía y a la abogacía del Estado, pulsando todos los resortes de la Ley de Partidos. Los socialistas se mostraron muy ufanos con la sentencia del Supremo. Ahora se muestran muy conformes con la del Constitucional. ¿Es que lo mismo les da Juana que su hermana? Maréchal, nous voilà, cantaban, cuadrándose, los colaboracionistas ante Pétain. La historia se produce como tragedia y se repite como farsa. Pétain al menos había sido el héroe de la Gran Guerra. ¿Quién es nuestro petit Pétain, ZP o Rubalcaba?

El colmo sería que no se pudieran decir verdades como puños. Pascual Sala es un empleado del gobierno en el TC; como Fernández de la Vega en el Consejo de Estado. Con esta diferencia: Frenández de la Vega en el CE es un florero, mientras Pascual Sala en el TC es una carga de profundidad. A los franceses que en la muy obediente Francia Libre pasaron a la resistencia, los declararon y los juzgaron como terroristas. A los que aquí resisten, de momento se contentan con llamarles, con pedante unanimidad, derecha extrema. La sentencia que legaliza a BILDU es pura vichyssoise y el PSOE con IU, que la defienden y aplauden, son el partido de los nacionalistas. El partido de la colaboración. Pura Vichyssoise, Crema de Puerros fría. Sírvanse ustedes mismos.

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