¡Peligro, señores y añejos políticos!
La sociedad tiene unas reglas básicas, cuando fallan, todo se tambalea. Los jóvenes tienen la imperiosa necesidad y derecho a comenzar ciclos, ir avanzando y desarrollando un potencian que solo la juventud es capaz de imprimir, por esa rebeldía, esas sensaciones y fuerte energía hasta llegar a sentirse realizados y las generaciones mayores a terminar esos ciclos, tienen que dejar paso, dar facilidades y saber retirarse a tiempo, solo así la sociedad se regenerará correctamente.
¿Qué ocurre ahora? que los zánganos mayores, no quieren apearse de las poltronas, sin enterarse que los jóvenes están más preparados y necesitamos de su aportación. Las nuevas tecnologías, ese espíritu novedoso y trasparente que limpiará la sociedad de corruptos y barrigones llenos.
El peligro está en que los políticos, sindicalistas y empresarios, empiezan a tomarse en serio que el futuro está en cuidar y facilitar a nuestros jóvenes el camino, o ellos como está ocurriendo se manifestarán alocadamente provocando lo irremediable. ¿No es mejor incorporarlos, darles facilidades supliéndonos? Que no, nos echen a patadas sin control, solo llevados por la ira justificable de que los arrinconamos.
¿Cómo se puede decir que debido a la crisis algunas generaciones están perdidas? Lo están porque nosotros los que debiéramos dejarles paso, seguimos queriendo mangonear todo, seguir con la prebendas del cargo, incluido robar a manos llenas. Tenemos en todas las listas electorales chochos, aprovechados y caras duras que llevan años sin ser capaces de dejarlo. Jubilados, prejubilados, funcionarios, empleados públicos de todo tipo, suelen invadir las listas de los partidos sin sentir que están cometiendo una barbaridad, el que desde posiciones y empleos seguros, copan lo que esos jóvenes necesitan, dejarles entrar, aportaran savia nueva y proyectos frescos.
Yo les animaría no solo a manifestarse, sino a crear un partido político para las generales, donde entonces sí, los tomarían en serio, se que el reto parece dificultoso, pero si estos achochados que llevan muchos años, no quieren irse, es que su cometido es sencillo, saludable y muy agraciado. La juventud lo puede todo, pero no pueden acojonarse en casita, sean osados, estos caraduras de alcaldes y concejales no hay quien los haga irse por sí mismos, algunos llevan más de 20 años en el cargo, aportando oscurantismo, derroche, corrupción y sin que un solo euro lo sepan emplear en crear empleo, investigación e innovación, que van a innovar, solo echándolos sacaríamos provecho de tanto fantoche acomodado.
Jóvenes, si alguien importante maduro, con mando en plaza, en mi juventud me dice que mi generación está perdida, yo le llevo conmigo al abismo. No me quedaría quieto, aplaudiendo semejante disparate.
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