A Laudelino Alonso Lorenzo, in memoriam
Se fue uno de los grandes de la tonada también, conocido por Laudelino el de los Pontones de Mieres. A criterio de una mayoría y que yo comparto, él y su tocayo García Palicio fueron las dos voces mejor timbradas de la canción asturiana. Cuando alguien dice llamarse Laudelino pregúnto-y si canta bien.
Laudelino Alonso se da a conocer más bien en el tercer concurso de «Región» en el Salón Babel en 1955, ante 800 cantantes ¡hoy canta Laudelino! Pero también se siguió diciendo del segundo Laudelino, García Palicio en 1960 en «Rumbo a la Gloria», cuando quedó campeón en tonada con mucha ventaja.
Pues bien, en este tercer concurso de «Región», Laudelino Alonso tenía mucho prestigio, el popular Ricardo Vázquez-Prada, presentador en el primer concurso de 1947, lo consideraba un posible campeón, puesto que al fin fue para José Noriega. Pero éste siempre dijo: «Si hubiera sido Laudelino el campeón, yo no hubiera dicho ni media palabra».
En aquel concurso el cantante no solía saber lo que cantaba, cantaba lo que sabía, pero las canciones «golíen a cuchu». Paralelo a esto, me preguntaba hace poco un presentador de tonada: ¿Qué-y falta a la canción asturiana?, fálta-y la boroña.
Claro está que entre 800 cantantes hubo mucha competencia, Celestino Rubiera Medina, Ataúlfo Lada Camblor, el Tordín de Frieres y más y más. Cantantes sin nombre cantaban sólo un día, pero inundaban el Babel de aplausos. Alguien decía hablando de aquellos concursos: nunca ganan los mejores. En una entrevista para Radio Sele, emisora de la llingua, decía así Juanín de Mieres en 1995: «Laudelino Alonso pudo ser el Rey, tien una voz ancha, grande, bien timbrada, ante ésa de ‘‘Pinchéme con una espina’’, que no hay quien la cante como él, ni lu habrá».
En 1956, graba diez canciones, siendo un buen patrón para la tonada, a través de tantos años escuchando «Pinchéme con una espina», en aquellos «discos dedicados». Pero él decía que su mejor canción era «La Carexona». Claro está, que se sepa nadie más la grabó, ni se oye cantar unida a «Marcho pal puertu». Es un modelo de estilo personal muy logrado por su dominio de la voz, que se entiende como allerana, y quien venga detrás que arree.
Su estilo personal de cantar lo aprendió de su abuelo, alternando con los grandes de la zarzuela, ópera y demás.
Se fue a Madrid en 1956 y diez años después a Badajoz, pasando los mejores años lejos de la tierrina y de la cantera de la tonada, preguntándose unos a los otros ¿qué fue de aquel Laudelino Alonso? Lejos de la vista, lejos del corazón. Un adiós a Laudelino Alonso.
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