A caso, ¿no estamos todos del mismo lado?
Pasan lo días y avanzamos, nos movemos, nos reivindicamos (o eso parece). Somos jóvenes. Soy joven, pequeña, enana, susceptible de ser sorprendida por cualquier atisbo de novedad. Joven: con VOZ y VOTO. Hace días que mi papeleta electoral está sobre mi mesa. No tenía muy claro que hacer. Llevo días pensando y promoviendo entre mis cercanos que un VOTO en BLANCO es un Voto a nuestro favor. (lo decía, lo defendía, lo defiendo, pero no lo tenía claro de todo). Creo que ahora sí.
Nosotros, jóvenes, todos tenemos algo en común. Los que estudiamos política porque creemos que es mediante ella, y no a costa del politiqueo actual de este sistema bipartidista, más de centro derecha que de ningún otro sitio, que no representa a nadie y que justifica callando voces el uso y abuso de la corrupción como máxima de esta "normalidad" que ya cansa; mediante la cual podemos llegar a encontrar solución a nuestros remordimientos y pesadillas. La política, la justa, la que mira por todos, por el bien común, por nuestras necesidades reales, por nuestros futuros y sus jubilaciones, por nuestros funcionarios y empresarios, por mí y por todos mis compañeros. Esa debe de ser la que prime en estas sociedades que se hacen llamar democráticas. Y es que estoy orgullosa de decir que estudio política, relaciones internacionales, porque creo en ello profundamente, porque quiero que exista política de la de verdad. Nos toman el pelo partidos y medios de comunicación, sindicatos sin fuerza de los que incluso sus miembros se avergüenzan de ser parte. Y no hacíamos nada, total pa' que sino van a cambiar las cosas.
Indignémonos y que no sea solo de palabra. porque mi generación ha cumplido 18, cumple ya 19 y tiene Voz y tiene VOTO, y tiene IDEAS y debe promoverlas y hacerse escuchar. Son muchos los que con vista a estas elecciones se habían propuesto no votar. No me gusta ninguna opción, son todos iguales, si al final siempre ganan los mismos, son frases que oigo en mi día a día, constantemente. Retumban las paredes de nuestras vidas con estas palabras. ¿A nadie le molestan? Votemos en blanco, abramos la boca. Los que nos gusta la política y los que creen que esto no funciona. Los que íbamos a votar una izquierda poco izquierda y aquellos que votan a la derecha por tradición. Más derechos y reivindicaciones y menos costumbres, dado que son ellas, las viejas costumbres heredadas de un franquismo no muy lejano, y de una vagancia española demasiado arraigada en nuestra sociedad lo que ha permitido que llegaremos a donde estamos.
Que nos escuchen, que nos tomen en serio.
Salgamos a la calle, contémosle al mundo que no nos vamos a conformar. Porque España, somos todos: inmigrantes, gitanos, ovetenses, madrileños, vascos y catalanes, jóvenes y ancianos, discapacitados, ricos y pobres. Y TODOS deberíamos estar representados por nuestras instituciones.
Luchemos por poder hablar de política sin que nos miren mal, sin tener que estar avergonzados, sin tener que hacerlo en voz baja. VOTEMOS, que somos mucho, y antes o después, tarde o temprano, van a tener que escucharnos.
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