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La importancia de la especialización enfermera en Salud Mental

23 de Mayo del 2011 - Mónica Antuña Díaz (Gijón)

Hace dos años se constituyó la Asociación de Enfermeras de Salud Mental de Asturias (AESMA) formada por enfermeras y enfermeros especialistas en Salud Mental con presencia en los servicios de Salud Mental de toda la región. Uno de sus principales objetivos es promover la creación y reconocimiento de la categoría de Enfermero/a Especialista en Salud Mental por los Servicios de Salud del Principado de Asturias (SESPA).

Desde entonces AESMA, y ya antes sus integrantes de forma individual, ha realizado múltiples movimientos para conseguir el reconocimiento de la categoría de enfermero especialista en Salud Mental con nulos resultados.

El nuevo Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Servicio de Salud del Principado de Asturias aprobado por Acuerdo del Consejo de Gobierno el 11 de noviembre de 2009 recoge, entre otras, una serie de medidas de mejora de la política del personal relativas a «clasificación profesional y plantilla» donde se contempla la creación de la categoría propuesta. Estas medidas no se han puesto en marcha.

Nuestra preocupación por la situación de los profesionales de enfermería de Salud Mental con especialidad aumenta. Siguen incorporándose a los servicios de salud mental enfermeros sin formación específica ni experiencia ninguna en esta materia (esto sin poner en duda su competencia en otras). Sigue contratándose para otros servicios, ajenos a su especialización, a enfermeros especialistas en Salud Mental alejándolos, temporalmente, de la posibilidad de optar a contratos en Salud Mental y continuamos perdiendo especialistas que se marchan a otras comunidades autónomas en las que está reconocida dicha categoría.

Por otra parte, si hablamos del coste del reconocimiento de esta categoría, deberíamos preguntarnos antes: ¿cuál es el coste del no reconocimiento de la categoría citada?, ¿cuánto dinero invierte el Principado en formar especialistas que no utiliza y, en ya numerosos casos, «regala» a otras comunidades autónomas?, ¿cuánto cuesta subsanar las consecuencias negativas que tiene el desempeño de la labor asistencial por profesionales sin formación?, en definitiva, ¿qué precio se le pone al detrimento de la calidad asistencial?

Contamos con el apoyo de CC OO, UGT y SATSE. Con UGT ha surgido la propuesta de dialogar con el SESPA sobre la posibilidad de posponer, por un tiempo, cualquier retribución extra que nos suponga el reconocimiento de la categoría, teniendo en cuenta la situación económica en que nos encontramos. El dinero no es nuestra reivindicación.

Este problema, que actualmente afecta a los Servicios de Salud Mental, se irá extendiendo a otros Servicios a medida que se vayan articulando el resto de especialidades. Por eso es más importante aún darle solución pronto. Los enfermeros especialistas en Salud Mental sólo somos los primeros.

El actual sistema de contratación no garantiza el empleo de los recursos humanos más adecuados y competentes disponibles y pone a determinados profesionales sin formación específica en una situación de gran inseguridad que aumenta las posibilidades de error y el grado de incompetencia.

Pedimos asegurar la estabilización de los servicios, garantizar la cualificación de los profesionales de Enfermería que trabajan en ellos y asegurar la calidad de la atención prestada mediante el reconocimiento de la categoría de Enfermero Especialista en Salud Mental y, a medida que se vayan articulando el resto de especialidades de Enfermería, de las categorías de enfermeros especialistas correspondientes.

Mónica Antuña Díaz,

presidenta de la Asociación de Enfermería de Salud Mental de Asturias (AESMA),

Gijón

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