Haz lo que yo te diga, pero no hagas lo que yo hago
Esta frase es la que podía decirle la consejera de Bienestar Social de Asturias al alcalde de Madrid, Gallardón, cuando, según Izquierda Unida, ha sugerido esconder los mendigos en Madrid. Resulta que en la Consejería de Bienestar Social existe algún problemilla que lo escondemos y así no existe, pero no lo solucionamos. Me refiero a un asunto muy delicado, el de los MENAS (Menores Extranjeros No Acompañados), y en concreto a los menores magrebíes en Asturias. Según se constató en la jornada celebrada en Oviedo el 4 de mayo de 2011 sobre intervención social con MENAS, revisión de la experiencia asturiana, con la asistencia de la Fiscalía de Menores y en opinión de asociaciones sin ánimo de lucro que se hacen cargo de estos menores, educadores y otras instancias, es imposible su control. Comportamientos antisociales, consumo de drogas y actitudes violentas. Supone esto que con la actual legislación y la gestión nefasta que está llevando la Consejera de Bienestar Social la única supuesta solución para conseguir la educación, integración y socialización de estos menores con graves problemas de conducta es aislarlos en casas de acogida, por ejemplo en zonas rurales de Oviedo (Piedramuelle), a 1.500 metros del transporte público y de difícil acceso en invierno. Les colocamos el problema a cuatro pardillos y que se aguanten. De esta manera, magia-potagia, se arregló el problema. Con esta solución, ¿qué ha hecho la Consejería?, pasar el problema a los vecinos, que sufren agresiones; a los educadores, que por ser de entidades privadas (privatización, ¡Oh Dios Mío, si es Izquierda Unida!) no son funcionarios y por tanto no son considerados autoridad, lo que supone indefensión jurídica e inseguridad personal. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no tienen medios legales para ejercer su labor y les cuesta llegar a estos lugares de difícil acceso. Además, el seguimiento e inspección de estos centros deja mucho que desear por parte de la Consejería.
En resumen, no se hace nada, se mira para otro lado y ya está. ¿El Estado se ha rendido y no hay solución? Los menores están ahí y en un futuro próximo serán mayores de edad, ¿qué futuro se presenta? Mientras tanto, los vecinos, dando la cara para que se la partan. La señora consejera, mientras, desaparecida. Ya está informada desde hace tiempo de todo esto en diferentes escritos remitidos por los vecinos.
Ayúdennos, por favor, sólo queremos vivir sin temor.
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