Una chulería que saldrá cara a los moscones
¿Por qué crear un problema donde no lo hay? Una pregunta concreta en busca de respuesta verídica de los dirigentes del Ayuntamiento de Grado, por haber tomado un acuerdo fuera de ley y en contra de las advertencias previas de ilegalidad por parte de los técnicos municipales.
¿Qué buscaba, el teniente alcalde y concejal de Urbanismo, del constructor tras la amenaza a éste de negarle su derecho a construir, reunión mediante? Un fallo judicial firme ha dado una respuesta: el Ayuntamiento de Grado debe abonar 148.000 euros al constructor por los daños ocasionados como consecuencia de la violación de su derecho a construir. Asimismo, el Ayuntamiento está obligado a iniciar un expediente de expropiación para adquirir los terrenos adyacentes (unos 3.000 metros cuadrados), propiedad del constructor, terrenos que, a pesar de no ser edificables, el Ayuntamiento no conseguirá un precio inferior a los 300 euros el metro cuadrado. Y hasta es posible que las consecuencias de tamaña temeridad no terminen aquí.
Pero un millón de euros tan sólo es un «pequeño desliz», si se compara a los veinte millones de euros expoliados al Ayuntamiento con la operación de estos señores privatizando los beneficios del agua durante un cuarto de siglo. Y los diez millones que ha supuesto la venta del Patrimonio Municipal y las ayudas de Zapatero y Areces gastados sin más criterio que el de satisfacer o conseguir favores personales y electorales para el Partido Popular y Aigras.
Después de que salga a la venta los saldos patrimoniales como las piscinas y el cementerio se pondrá fin a la entrada de ingresos corrientes durante los siguientes veinticinco años. Entonces, ¿cómo se van a satisfacer los gastos necesarios para mantener el Ayuntamiento, aunque no sirve más que para abrirlo cada día laborable? Por no hablar de mantener los servicios públicos (sociales, culturales, deportivos...) que, desgraciadamente para muchos, desaparecerán con argumentos tan contundentes como «evitar gastos inútiles», tal como llama la derecha a los recortes de los derechos ciudadanos.
Ante la falta de recursos económicos en los próximos años, debido a la irresponsabilidad de tirar la casa por la ventana, alcalde y teniente alcalde deberían purgar con la incertidumbre que supone la falta de liquidez al final de cada mes, y no poder cobrar sus repugnantes sueldos.
Que es de lo que trata la derecha cuando accede al Gobierno: hundir lo público mediante el expolio de los bienes y el patrimonio común o, en frase más conocida, privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. Es lo que distingue o marca la diferencia de gobernar desde la responsabilidad o hacerlo con la chulería por bandera. ¿Por qué, me pregunto, este escándalo urbanístico en Grado me trae a la memoria «Villa Magdalena» en Oviedo?
Posdata: Durante veinte años o más, sin faltar un día a la cita y con el actual alcalde a la cabeza, la derecha moscona clamó al cielo, de manera pertinaz, contra los comunistas porque a una familia de «intocables» de Grado les fue expropiado el terreno donde se encuentra la muralla medieval de Grado. Hoy es un buen día para recordar que en dicha expropiación obramos de acuerdo a la ley y por mandato del Gobierno Civil de entonces, pues el objetivo no fue otro que la protección del conjunto del Palacio de Valdecarzana, único Bien de Interés Cultural en el concejo. Después de una negociación del Ayuntamiento, el coste total de la operación (unos 600.000 euros) corrió a cargo del Principado, sin que las arcas municipales tuviesen que aportar un solo euro.
Creo que viene a cuento este recordatorio.
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