Las desgracias de Ignacio
El Excelentísimo (?) Ayuntamiento de Llanes ejecutó en el último Pleno de la legislatura la sentencia firme que le obligaba a reintegrar a Ignacio Gracia Noriega como cronista oficial (LNE, 19-05-11). ¿Más vale tarde que nunca? Bien está lo que bien acaba; el problema es que lo de Gracia Noriega no acaba de la mejor manera. Una ejecución puede ser también un fusilamiento, y hasta se puede ejecutar a garrote vil. En principio, no poca vileza hay en que la reincorporación de Ignacio se haga compatible con la permanencia del usurpador, el señor Maya Conde. Es como si a la legítima se le propone volver a casa para compartir techo y lecho con la querida. Poco sé del señor Maya, pero no puede ser trigo del bueno el que prestó la harina para que la Gentil Molinera (el alcalde llanisco intermitente, don Antonio Trevín) hiciera un pan como unas hostias.
El Ayuntamiento de Llanes, cuya excelencia queda definitivamente en entredicho con tan reiterados gatuperios y fraudes de ley, aprovechó el último Pleno para modificar las ordenanzas y poder realizar nombramientos honoríficos sin limitación alguna (de ahí que, en lugar de un cronista, pueda tener dos, como podría tener doscientos). Sin limitación alguna y, por tanto, sin vergüenza. Que la vergüenza es el primer límite que nos retiene de cometer guarradas. Con las nuevas ordenanzas, el Ayuntamiento de Llanes no necesita reprimirse y podrá distinguir a quien quiera y a cuantos quiera con su dudoso honor, sin reparar en número ni especie. Ahora mismo, si se les ocurriese, podrían incluir en el Registro Municipal de Honores y Distinciones a la colonia de alimoches de los Picos o al botellón temático de la Puerta del Sol (que podría venir a la ceremonia sin pasar por la ducha, para no desentonar en la atmósfera llanisca municipal y espesa). Siempre se podrá decir que de tal señor, tal honor. Tal honor, en efecto, pues hay instituciones que pringan al que distinguen (como la Fundación Sabino Arana, por ejemplo). Ya tenemos una en el Oriente.
Con todo, la ventaja mayor de las nuevas ordenanzas es que permitirán, si se presenta la ocasión, que el alcalde supernumerario se reincorpore a la Alcaldía sin que lo tenga que dejar el sustituto o sustituta; pues si alguna función es honoraria, ninguna más que la de alcalde (por eso se la remunera con los más altos honorarios municipales). Ahora bien, sabe todo el mundo, en el Oriente, que Trevín anda en política como quien juega a tres marinos en el mar o a las cuatro esquinas, y que se acoge a la Alcaldía antes de que lo pillen y lo dejen en el patio a la intemperie (donde debe de hacer un frío que pela). La legislatura la está pasando el delegado del Gobierno haciendo maniobras con los GEO, como entrenamiento para el Ministerio del Interior, pero si Rubalcaba pierde esquina en Madrid, quién dice que la Alcaldía llanisca no vuelva a ser para Trevín un refugio hospitalario.
Ante este panorama, ¿qué pinta Gracia Noriega compartiendo (des)honor con la abeja Maya en el avispero llanisco? Lo dicho, una desgracia.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo