Regeneración democrática, ya
El período de este gobierno está jalonado por ser monumento gigante a la mentira e impostura del pan para hoy y hambre para mañana. Lo han venido demostrando los datos y la realidad tozuda de los que, según ellos, «no llegarían a cuatro millones de parados», y ya estamos en cinco. A este «caballero», que ya «manda» siete años y... ¡todavía no se ha enterao!, alguien lo comparó con aquel capitán de barco que se hunde y que, en vez de medidas urgentes, se dedicaba a buscar en el pasado las causas y culpables del naufragio, etcétera. Es lo que permanentemente hace con la oposición.
Así que los del PSOE dicen que es el PP y... viceversa. Independientemente de que los socialistas, primeros responsables (para eso mandan), nos tomen a todos por imbéciles, en asuntos de Estado sí que hay una corresponsabilidad en ambos. Hablando de instituciones que debieran ser democráticas como la judicatura, los partidos, la ley electoral, etcétera, aquí no escapa ninguno. Acordaron poner «sus jueces» y el fin de la independencia judicial, tampoco movieron un dedo para cambiar esta ley electoral ni la financiación de los partidos. En las altas instituciones jurídicas como el CGPJ, el Supremo y, sobre todo, el Constitucional vimos lo del Estatuto catalán, y estos días la sentencia favorable a que los proetarras de Bildu (en contra de informes de Guardia Civil y Policía) entren en las elecciones. Y el resultado es que, estos enemigos, Caballo de Troya de nuestra pobre democracia, «se nos hacen encima». ¡Vaya espectáculo del etarra Arruti saliendo de la cárcel enarbolando una pancarta de Bildu, los cuales, sin ser elegidos todavía, ya proponen descaradamente un Estatuto vasco-navarro! Pero... ¡qué caradura! hace falta en el PSOE para..., una vez montado el «paripé» con sus propios jueces del TC, acabar diciendo: ¡«siempre acatamos las sentencias»!
«Y uno se pregunta: ¿qué o... cuál será la última gota o tomadura de pelo gubernamental que haga rebasar el vaso de la paciencia de la inmensa mayoría de los españoles a los que, hoy por hoy, sobre todo para nuestros jóvenes (43 por ciento de paro), el país apunta a mucho más muerto que vivo? ¿Hasta cuándo hay que esperar para que esa, en potencia, verdadera «llave de facto» del país, PP y PSOE, tome conciencia del futuro que se nos está escapando a todos y de modo particular a nuestros jóvenes? ¿Cuándo se enterarán nuestros empleados políticos que los hemos puesto ahí para gestionar los verdaderos problemas del pueblo y no para satisfacer a sus amiguitos, banqueros, nacionalistas, radicales, etcétera, o a la injerencia en conciencias (ingeniería social) y en «la cartera» (ingeniería económica) de las clases que más soportan la crisis?, ¿y cuándo dejarán de ser «casta endogámica», como el otro día protegiendo todos a Chaves (¡incluido Llamazares!), en el colmo de la indecencia, por parte de unos sujetos que ya sólo representan a «su pasta material, nacional-socialista o ideológica»? Se mostraron unidos, como debe ser, a remediar lo de Lorca. ¿¡Y después qué!?
Los ciudadanos no vasallos no nos quedamos en lamentar la ausencia de gente de talla que nos represente, o de que lo político sólo sea un «modus vivendi». Y, por tanto, abunden los «modelos de insensatos e incapacitados intelectuales por las alturas», y mucho menos la solución fácil, visceral o militar. Urge la verdadera regeneración democrática y de las instituciones del Estado. Medios hay muchos, y más ahora con internet, en busca de una democracia real. O el votar, o no, pero con la cabeza y no con las vísceras (que no gane fulano), o el votar en blanco, muy en alza y que es verdadera opción revolucionaria en el tiempo, que exige molestarse y cuestiona el sistema actual.
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