El que arrasa es Zapatero
El PP arrasa. Foro arrasa. Bildu arrasa. Hasta Cándido Vega arrasa en Ponga. Arrasar es el verbo más presente en los titulares desde el 22M. Todos olvidan, sin embargo, que el que más arrasa, el sujeto más arrasador, y causa de que los demás arrasen, es el presidente Zapatero. Me parapeto en el Diccionario de la Academia, llamado antes de Autoridades, para sostener la afirmación.
Arrasar, 1ª acepción: Allanar la superficie de alguna cosa. Zapatero arrasa España dejándola como un solar; como un solar parcelado. Al Este, la parcela de la nación catalana, que no pone aduanas porque le interesa más cobrar directamente el tributo de Madrid. Al Norte, la parcela de Euzkadi, que ganó la guerra y exige en el tratado de BILDU , como condición para la paz, la libertad de los prisioneros y la parcela de Navarra como compensación de daños.
Arrasar, 2ª acepción: Echar por tierra, destruir, arruinar violentamente, no dejar piedra sobre piedra. Con cinco millones de parados, no será necesario argumentar que Zapatero arrasa la economía, con miles de empresas arruinadas y una deuda de Estado colosal. El solar que deja Zapatero, además de parcelado, es un solar hipotecado.
La oposición pide elecciones anticipadas (Por pedir que no quede). Los barones y las baronesas del Partido discuten que si los podencos de un congreso o los galgos de unas primarias, mientras todos los monitores de la UCI están en rojo y en el Exterior los cirujanos afilan los cuchillos de la intervención mientras escuchan las alarmas. Está tardando en venir Pepiño para que el arrasador se anime y decrete precisamente eso, lo más ajustado a la situación, el Estado de Alarma (o el de Sitio, si hace falta). Recuerden el buen resultado que dio para salvar el puente aéreo de la Constitución. Ahora se trata de salvar al PSOE de un genocidio electoral que lo obligaría a pasar sin transición del coche oficial al metro de Esperanza, sin esperanza de retorno.
Arrasar, 6ª acepción: Llenar o cubrir los ojos de lágrimas. Pues también, por poco que nos pongamos en plan sentimental.
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