Honestidad y profesionalidad
En estos tiempos en que impera la obtención rápida y usurera de dinero sea como sea, es de agradecer encontrarse con gente que en su trabajo se sigue rigiendo por la honestidad y la profesionalidad. Hay quienes han perdido todo interés por su trabajo, haciéndolo como cuadre y «tira que libras». También tenemos el caso de quienes demostrando profesionalidad, demuestran poca honestidad queriendo cobrar unos precios por sus servicios que son verdaderamente de juzgado de guardia; esto suele ser bastante habitual si, encima, acudes a servicios prestados por «cadenas», donde, aparte de ver caras nuevas cada vez que vas, «el que manda» les impone cobrar precios escandalosos.
Es por eso que cuando tienes la suerte de encontrarte con gente que hace su trabajo con verdadera dedicación, interés y cariño, sólo puede uno darle las gracias por su honestidad y profesionalidad. Y en este caso que me ocupa, añado las gracias por su sensibilidad.
Gracias, en primer lugar, a Mónica, de Visión Veterinarios, un centro oftalmológico veterinario de Oviedo, primera parada de nuestro peregrinaje, gracias al cual ya no hay que desplazarse fuera de Asturias para que traten a mi mascota.
Gracias, en segundo lugar, a la clínica veterinaria El Berrón, donde se localiza, o «la clínica de Serrano», su titular, como popularmente la llaman sus clientes. Todo un ejemplo del que muchos en los alrededores deberían aprender. Dentro de la clínica, un especial agradecimiento a Inés, veterinaria que atendió a nuestra mascota y se interesó más allá de las visitas por su «paciente», imponiéndose a sí misma unos deberes de investigación a los que no estaba obligada; creo que eso lo dice todo.
Y, finalmente, gracias al último eslabón, Emma, al frente de Prinascan, que proporciona servicios funerarios para mascotas, algo muy necesario para quienes no tenemos un pedacito de verde ni queremos que quien tanto significa para nosotros termine como un desperdicio en Cogersa. Gracias por tu comprensión y sensibilidad.
Tres ejemplos de gente que hace bien su trabajo y a quienes uno les desea que les vaya siempre bien. Gracias de nuestra parte. Y de Boris, por supuesto.
Jesús Luis Fermoso Nuño, Noreña
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