Muerte de un piloto
Hace unos días nos dejó José Luis Llera Fernández, piloto y un buen amigo de los numerosos aficionados al deporte aéreo que acudimos desde hace años al aeródromo de La Morgal.
El motivo de esta carta es realizar una breve semblanza de este piloto fallecido. Le conocí en los años sesenta, era un joven entusiasta de la aviación y por aquellas fechas ya mostraba orgulloso el título de Piloto Privado de Velero. Más tarde fue de los primeros en España en obtener el título de Piloto de Ultraligero (el número 48 de todo el país), también voló en Ala Delta Pendular, Motoveleros y Autogiros Remolque de Veleros. Todos estos títulos los mantenía vigentes y practicaba con todos estos tipos de aeronaves.
También saben los que lo conocían que fue un pionero de la aviación asturiana tras la Guerra Civil.
Además de estas cualidades profesionales destacaba por su gran calidad humana. Siempre estaba dispuesto a ayudar a quienes se lo pedían, mostrando una generosidad sin límites.
Llera, como se le conocía en los ambientes aeronáuticos, deja un hijo piloto, que ojalá siga sus pasos.
La aviación asturiana sin duda le debe a este gran amigo de todos un homenaje.
Para finalizar, me gustaría testimoniar a su mujer y a sus hijos mi más sentido pésame y desearles fuerza para sobrellevar el dolor por su pérdida.
Balbino González Fernández
Oviedo
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