Las cosas de bombero del alcalde de Tapia de Casariego
Un pequeño incendio apenas a cincuenta metros de la casa del alcalde tapiego ha vuelto a poner de manifiesto sus propias deficiencias como gestor municipal. ¿Que los Bomberos se retrasaron en llegar a sofocar el incendio de Tapia desde la vecina localidad castropolense de Barres? Claro que sí, pero lo que Gervasio Acevedo es incapaz de reconocer, y la oposición de recordar, es que el Parque de Bomberos de Barres fue adjudicado a Castropol por culpa de la incapacidad de gestión del alcalde de Tapia, que sin contar con un polígono industrial municipal perdió la opción de ser la sede del servicio de Bomberos que él ahora trata de denostar.
¿Que llegaron primero los Bomberos de Luarca y que este concejo cuenta con otro servicio contra incendios las 24 horas? Por supuesto que también, pero lo que tampoco es capaz de reconocer Gervasio Acevedo es que Valdés cuenta con un alcalde como Dios manda y que a más de contar con el viento a favor (PSOE) sabe lo que se trae entre manos. Quien sí tardó escasos minutos en personarse en el incendio tapiego de marras fue el propio Gervasio, probablemente no por su interés en el asunto, sino tal vez ante el temor de que las llamas pudiesen llegar a su propia casa.
¿Que los tapiegos pagamos los mismos impuestos que los valdesanos para tener la opción de reclamar idénticos derechos? Es falso, pagamos mucho más, teniendo en cuenta los servicios públicos a que ello da lugar. No sabemos que al alcalde de Valdés le haya dado por homenajear a los políticos que le privan de sus propios servicios públicos, tal como en una especie de síndrome de Estocolmo ha venido haciendo Gervasio Acevedo con personajes como Suárez Pertierra o Graciano Torre. Recuérdese, el primero de ellos veinte años custodiado por la Guardia Civil tapiega, que no contará con un cuartel hasta no se dabe cuándo. Al segundo, Graciano Torre, también lo homenajearon desde el Ayuntamiento a cambio de trasladar a Luarca la oficina del Inem, que estaba ubicada en Tapia. A Gervasio Acevedo ya sólo le falta homenajear al propio ministro de Justicia Fernández Bermejo, que a más de ser nieto de tapiego podría disfrutar cazando en nuestros montes. Eso sí, que procure que lo haga con licencia para no volver a quedar en ridículo por enésima vez.
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