Limpieza en los centros sanitarios
El sábado día 4 de junio tuve que visitar a mi madre ingresada en la habitación 220 de la Residencia Sanitaria Nuestra Señora de Covadonga. Por llevar muchos años residiendo fuera de mi Asturias querida hacía mucho que no «visitaba» este centro sanitario, llevándome una desagradable sorpresa del que siempre estuvo considerado como uno de los centros sanitarios ejemplares a nivel internacional.
No es digno de ninguna persona, y menos estando enferma, el estar rodeado de tanta suciedad. El polvo acumulado en las luminarias de la cabecera de las camas hace «pelusas» e incluso se aprecia una mancha de sangre seca sobre la cabecera de una cama que, en teoría, está preparada para recibir un nuevo ingreso (tengo fotografía acreditativa). Durante mi estancia en la habitación pasó la señora encargada de la limpieza y su única actuación fue cambiar una bolsa de la papelera. En fin, vergonzoso y patético. Se puede comprender que es un centro anticuado, que se está haciendo un macrohospital nuevo y todo lo que nos quieran vender, pero no se debe permitir que nuestros enfermos estén en una instalación con muebles desconchados y oxidados y menos aún rodeados de suciedad. La vejez no está reñida con la limpieza.
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