¿Por qué persistir en el error?

El pasado 26 de mayo de 2011, a las 13 horas de la tarde, en el auditorio Príncipe Felipe, se celebró un comité ejecutivo regional cuyo único punto del orden del día era: «Valoración de las elecciones autonómicas y municipales del pasado 22 de mayo». La reunión duró casi hora y media y, a pesar de que nuestra secretaria general, doña María Dolores de Cospedal, pidió «autocrítica», no la hubo, faltó un análisis y balance de la situación, y eso que teníamos datos evidentes, resultados electorales que incitaban a la reflexión y a las siguientes conclusiones:

1.–El partido más votado y aspirante a la Presidencia del Principado de Asturias es un partido de nueva creación presidido por don Francisco Álvarez-Cascos, fuerza política creada el pasado 19 de enero de 2011 y que en cuatro meses pasó de la nada al todo.

2.–El PP triunfa en toda España menos en Asturias, donde pierde el 50% de sus diputados, pasa de tener 20 diputados a 10.

3.–El centro-derecha, como dijo nuestro presidente regional del partido, ha triunfado en Asturias, pero, nos guste o no, el partido más votado es Foro Asturias.

Expuestas estas conclusiones, es necesario valorarlas y buscar cuáles han sido las claves del éxito de Foro –que se veía venir, pues era el partido que más gente convocaba en sus actos políticos–, y no hace falta pensar mucho para llegar a una palabra, ya muy usada a últimos del siglo XIX, y ese término no es otro que «regeneración», y ése es el discurso que el ex secretario general del PP y ex vicepresidente de Gobierno, señor Cascos, utilizó y dosificó en su campaña, con el acierto de saber que eso mismo pedía la población asturiana, que, independientemente de su ideología, no podía inhibirse ante la situación de estancamiento en que nos encontramos y evitar con su voto que Asturias se convierta en un geriátrico, y esto debían conocerlo los dirigentes del PP asturiano, pues se veía, se palpaba y se palpa en el ambiente, salvo que tengamos la soberbia de pensar que las meras siglas del PP ganan las elecciones, cuando todos los que llevamos años en política sabemos que los triunfos no se consiguen en la campaña electoral, sino en el trabajo diario de cuatro años y siempre que nuestra cercanía genere la deseable confianza en el ciudadano, y ésta es la pregunta que tenemos que hacernos los militantes y responsables del PP, ¿de verdad generamos confianza en nuestro entorno? ¿Damos la imagen de ser un partido que antepone los intereses de Asturias a otro tipo de intereses? ¿Hemos oído la voz de la calle? ¿Hemos hecho los procesos de selección de candidatos de manera correcta?... Estas preguntas y otras parecidas deben hacernos pensar, pues en el partido se han tomado decisiones poco acertadas, véase el caso de Siero, de difícil justificación, cuando no de mera prepotencia, pues da la impresión que una Alcaldía de más o de menos no importa, y todo esto lo ve y lo penalizan los votantes, así, en Siero, un 47% de votos menos, el peor resultado electoral desde 1991.

Dice la sabiduría popular que lo normal es arreglar lo que no funciona, y esto es lo que debe hacer el PP de Asturias, reconocer sus errores, favorecer que el centro-derecha gobierne y rescate a Asturias, pero para ello es necesario, repito, reconocer los fallos, y uno de los más grandes ha sido anteponer los intereses personales a los del partido, pues de otra manera no se entiende que la dirección regional haya impedido que el candidato al Principado fuera don Francisco Álvarez-Cascos, como las urnas lo han confirmado recientemente. Lo hecho, hecho está, y ahora la postura lógica es reconducir la situación y no seguir anclados en la guerra de trincheras, que a lo único que conduce es a nuevas frustraciones y fracasos, recordemos que las elecciones generales están al caer, y los vecinos, atentos, pues les va en ello no sólo su futuro, sino el de sus hijos –permítaseme recordar que el número de asturianos y descendientes residentes en Madrid supera las 200.000 personas–. Ahora que se están celebrando conversaciones para garantizar el Gobierno de los ayuntamientos y del Principado va a ser el momento clave para que cada vecino compruebe cuáles son los fines que mueven a los partidos, y uno no quisiera que fuera verdad algo muy denunciado durante esta campaña, que Asturias sólo representa el 2% del voto total de España y que un pequeño barrio de Madrid tiene más votantes que toda la autonomía asturiana, de modo que se defiendan por sí mismos, pues hagan lo que hagan no va a cambiar el curso de los acontecimientos.

Decía al empezar este artículo que el éxito electoral de Foro se centró y se basa en la palabra «regeneración» –precisamente este año 2011 se celebra el centenario de la muerte de uno de nuestros más importantes regeneracionistas, don Joaquín Costa–, y esa regeneración debe empezar por escuchar al pueblo, por que exista una mayor comunicación entre los políticos y la propia sociedad… Escuchemos al pueblo, a los militantes, que era una de las denuncias más insistentes de los jóvenes acampados en Sol, los jóvenes del 15 de mayo, que la política sea de verdad servicio, que sea compatible ser persona y ser político, pues, si no, de esta crisis no sé quién nos va a sacar. Tengamos altura de miras y arreglemos lo que no funciona, y para ello el único medio es un congreso regional extraordinario, y no viene mal recordar que entre los 10.000 afiliados a Foro hay muchos ex militantes del PP, del centro-derecha asturiano, que han puesto muchos esfuerzos para que nuestro partido tenga la credibilidad y conductas que demandan los vecinos, y muchos de ellos han permitido que el actual presidente del Partido Popular de Asturias sea don Ovidio Sánchez. Nunca más necesaria que ahora es la reflexión, la cordura… ¡Hagamos uso de ella!

José Antonio Noval Cueto.

Alcalde de Siero en funciones