Por fin alguien pone algo de imaginación
Por fin alguien pone algo de imaginación a esta política de despilfarro y de café para todos en esta España de las autonomías.
Rajoy presenta su nuevo programa electoral, ese programa que tanto echaban de menos los actuales gobernantes socialistas. Por fin creo que pone el dedo en la llaga, alguien con un poco de sentido común.
El llamado estado de las autonomías actual hace tiempo que no es viable en las condiciones en que nos encontramos. Los excesivos gastos de las comunidades, nacionalidades y nacionalismos, y la crisis que estamos padeciendo, la trata de solucionar Rajoy con los recortes que presenta en ese decálogo.
Aun así, nos podemos dar con un canto en los dientes si fuera la solución, pero no, es indudablemente insuficiente, llega demasiado tarde, en lo que se llama «coger el toro por los cuernos» y ahora no creo que esas medidas, que algún día serían las correctas, sean las que nos salven de este desastre.
Aquí nadie rema contra corriente, en este caso sería necesario, no hay remedio que borrar del diccionario político el llamado estado de bienestar; se acabó y quizá pasen años para retornar a la bonanza económica de hace años.
Yo creo que tenemos que empezar a pensar en muchos más recortes sociales, que sí, son penosos, son necesarios si queremos legar a nuestros nietos un país en unas condiciones mejores. Hay que empezar a plantearse el copago a la Seguridad Social, los recortes de salarios, pues no podemos vivir como ricos, los que somos pobres, y aún más pobres con estos políticos que llevaron al país por encima de sus posibilidades. Eso sí, arrimando el hombro todos, pero todos, y no los de siempre, como es a lo que estamos acostumbrados. A los empleados y funcionarios públicos y pensionistas ya les hicieron esta rebaja, pero el resto de los españoles, los que aún tienen la suerte de trabajar, nos están hablando de convenios colectivos, y cuanto más ganen los que trabajan en empresas privadas con beneficios, mejor para ellos, pero peor para los que tenemos que vivir de un sueldo, o bien congelado, o rebajado, haciendo que la distancia entre unos y otros aumente, por obra de los llamados socialistas.
Ahora tenemos otro grave problema, que es el aumento de empleados y funcionarios públicos en el Gobierno central, y en las llamadas autonomías, que para «maquillar» la vengonzosa lista de paro fueron «colocados» y se les fue de la mano, la gobernabilidad de España. Se da el triste caso, para los contribuyentes, claro, de que el trabajo de un funcionario está duplicado o triplicado, merced a las dichosas autonomías, hasta llegar a este lastre de funcionariado, que sería insostenible para cualquier país.
Ahora nos sale el que al parecer va a optar a la presidencia de España diciendo que él sabe cómo solucionar la situación. A buenas horas, magnas verdes, pues haberlo llevado a la práctica con los años que lleva en esto de la política, y así no llegar a esta situación en la que estamos actualmente. No vale echarle la culpa a los demás, tienen que hacer desaparecer la mayor parte de las subvenciones, aviones, coches oficiales, teléfonos y demás prebendas, para los que nos piden que nos apretemos el cinturón; ellos deben ser los primeros en dar ejemplo. Los sindicatos deben sostenerse con las cuotas de sus afiliados, que para eso los representan, si así fuere la verdad, seguro que aumentarían su credibilidad por parte de los representados, y no como ahora, que parecen no ofrecer ninguna confianza.
Ahora, claro, el que tiene que tomar esas penosas medidas es el que gobierne España, y me parece que van a empezar con este estribillo de la derecha. Así es que, señor Vice, si quiere solucionar el problema de España, empiece a trabajar, que algo de tiempo ganaríamos y ya tomar esas medidas dramáticas, y si además sabe cómo solucionar todo esto, mejor que mejor, pero ya, no espere a las elecciones, que para éstas falta el tiempo suficiente para terminar de hundirnos a todos.
¡Ah! y a nivel regional, conozco a mucha gente, votantes del PP, que confiaron en Cascos y ahora ya parecen arrepentirse ante tanto problema de personas que no de partido, y por una vez, traten de solucionar el problema de Asturias y de los asturianos, que para eso les pagamos y déjense de rencillas, que a lo único que llegan es a ser la mofa de los que nos estuvieron gobernando casi treinta años.
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