Sobre distintas clases de médicos

Leída la carta de la Dra. Florisel Fdez. Lobato de Avilés, publicada el 13 de junio de 2011 en esta sección de LNE con el título "Aconsejad a vuestros hijos", he de decir en conciencia lo siguiente:

Primero.- El equipo directivo de la actual Gerencia del Area III del SESPA ha demostrado, en las ocasiones en que me he visto afectada por distintas incidencias durante mi ejercicio profesional como facultativo de Atención Primaria en dicho Area, un ánimo totalmente conciliador en la resolución de conflictos laborales que afectan a los profesionales, tanto internos como organizativos, habiendo conseguido siempre bajo mi punto de vista un equilibrio entre la indispensable disciplina y la cordialidad de trato deseable.

Segundo.- Habiendo trabajado para el antiguo INSALUD, para el Instituto Catalán de la Salud y desde el verano de 2007 para el SESPA, mi mentalidad ha consistido siempre en colaborar con la empresa que me ha contratado en cubrir las distintas necesidades asistenciales, más que nada porque aún no he aprobado una hipotética oposición que me permita un horario laboral de 35 horas semanales repartidas en 5 mañanas desde las 8 a las 15 horas, descansando sábados, domingos, festivos y con una guardia de 15 a 20 horas obligatoria cada "x" días, 4 veces al mes como máximo.

Tercero.- Esta mentalidad "a la catalana" me ha reportado que algunos de mis compañeros me llamen "pelotas" de la Gerencia, por lo que no puedo conciliar el sueño por las noches...Bien sabe Dios que trabajo con vocación pero por necesidad. Necesidad que me ha obligado a ir ya por la cuarta "canguro" de mi vida, que espero sea la última por haber cumplido los 11 años mi bebé. Aprovecho para agradecer desde aquí a mi Gerencia la conciliación laboral y familiar que me permitieron siempre dentro de lo posible del SAC, los cambios de guardias que me facilitaron tantas veces que no pude contar con una "canguro" ni con los abuelos, desgraciadamente enfermo uno o ingresado el otro, por estar el padre de la criatura también de servicio un fin de semana al mes.

Cuarta.- Lo que la doctora Fdez. Lobato nombra en el primer párrafo de su carta como "pisotear a los compañeros para escalar en el mundo laboral" (cosa que espero no sea cierto que inculque a sus preciosos niños), le recuerdo con todo mi respeto profesional que podría ser lo que se está cometiendo desde el 2008 contra los médicos generales licenciados antes de 1995 por parte de muchos especialistas en Medicina de Familia inscritos con ella como demandantes de empleo, refrendado este asunto por la desorbitada puntuación que por aquel entonces tuvo a bien empezar a concederles fraccionadamente a dichos médicos de familia la Consejería de Sanidad, como "regalo de Navidad" fuera de baremo. Desde entonces los médicos pre-95 contemplamos atónitos cómo nos adelantan en la lista, tras una larga hoja de servicios, jóvenes médicos de familia recién especializados a los que hemos contribuido a formar como residentes, una vez "legalizado" dicho baremo por decreto del SESPA hace pocos meses...¿A modo de despedida tal vez, para dejar impronta el Ilmo. Sr. Quirós...? ¿Divide y vencerás...? Cómo me gustaría haber podido saludarle en persona antes del final de su mandato, mitómana que soy...Le hubiera soltado la siguiente adivinanza: "Qué buenos vasallos si hubiere buen señor: ¿Lope o Calderón?..."

Quinto.- Solicitado amparo al Colegio de Médicos y asistencia jurídica a los diferentes Sindicatos a los que estamos afiliados, pendientes de sus actuaciones, no se nos había ocurrido pedir ayuda al Ministerio de Igualdad por tratarse de médicos afectados de ambos sexos: Sí recurrimos en cambio alguno al Defensor del Pueblo y por supuesto en ningún caso a la SAMFYC (yo había estado afiliada en Barcelona a la SCMFYC, que no segregaba a los médicos generales de ninguna forma aunque era lógico que hiciese valer la especialidad en su justa medida).

Sexto.- Este colectivo de médicos afectados estamos inmersos en el proceso judicial correspondiente (también con desgaste monetario, laboral y psicológico) para intentar que se nos restituya nuestra antigua posición en la lista frente a esta triplemente contabilizada puntuación: La especialidad desde luego ha de puntuarse, como es lógico; el tiempo para realizarla no creemos lógico puntuarlo ya que va intrínseco para conseguir dicha especialidad; y muchísimo menos se deberían puntuar...¡¡8 años como tiempo trabajado en vez de los 4 que dura la residencia, duplicados por gracia divina...!! Acataremos las sentencias judiciales al respecto que se nos impongan en las distintas instancias provinciales y nacionales, una vez rechazados los iniciales recursos de amparo que nuestra Consejería de Sanidad, la de todos y por poco tiempo, ha tenido a bien depositar en la papelera sin ninguna consideración con el consiguiente agravio comparativo para nosotros. Eso sí, que nadie se sorprenda si en pocos años algun Tribunal de rango superior nos da la razón, que médicos más raros que nosotros ocupan hoy alguna concejalía en San Sebastián gracias al TC.

Séptimo.- Los residentes de 1º y 4º año de Medicina de Familia con los que tengo el gusto de trabajar en Atención Primaria conocen mi aprecio y respeto por ellos y por su especialidad. Y ellos saben que ésta no es una cuestión personal porque participan de la trayectoria asistencial y formativa de muchos médicos generales que, sobradamente cualificados para haber preparado un examen de acceso al MIR en su momento, decidimos ponernos a trabajar al finalizar la carrera por muchas circunstancias de tipo familiar y económico, amparados por la ley que antes de 1995 no nos exigía la especialidad.

Octavo.- Decía el Dr. Feliciano Gutiérrez, profesor de la Facultad de Medicina ya fallecido, que "el que sólo sabe de su especialidad, ni su especialidad sabe". Mi recuerdo cariñoso para sus hijos, también médicos.

Noveno.- Reitero mi agradecimiento a LNE.