«Leoncia», «Deva» y el veneno
Soy asidua lectora de este diario, cada día ojeo la magnífica sección «Cartas al director»; ya cansada de leer sandeces con referencia al quebrantahuesos y Asturias, le remito mi opinión y crítica a don David García Fernández.
Señor García: Usted nos califica a los asturianos de depredadores; si así fuera, ¿cómo es que consentimos que habiten todo tipo de especies y alimañas en nuestro «Paraíso Natural», como por ejemplo:
- el lobo, qué lástima que no he leído sus protestas por este medio cuando les permitieron habitar en nuestros preciosos montes, que día a día arruina nuestra pequeña cabaña ganadera.
- el jabalí, destrozando lo poco que podemos sembrar.
- el corzo, arrancando de cuajo árboles frutales.
-el oso, endulzándose la vida con las colmenas de nuestras abejas.
- y un largo etcétera...
Quisiera que me respondiera, ¿qué es lo que queda para el pequeño campesino y ganadero, además de la vergüenza?
Don David, por el contenido de sus escritos saco en conclusión que usted debe encontrarse resentido y molesto porque no le hicieron partícipe del traslado, cuidados y búsqueda de «Leoncia» y «Deva». Pero aún así deseo que siga usted tranquilo en su pueblo; que aquí en Asturias estamos sobrados de personas responsables y muy cualificadas para hacerse cargo de todos los menesteres con relación al quebrantahuesos o cualquier especie y, cómo no, para comer «lo rabucu».
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