En recuerdo a Pichi Naves: una vida dedicada al fútbol
Estoy seguro de que todos los que hemos tenido la suerte de trabajar con Pichi Naves coincidiríamos en reconocer su gran vocación por el fútbol, su gran capacidad de trabajo y también su gran valía como persona.
Mi relación con Pichi Naves comenzó a principios de los años sesenta cuando yo era jugador del Tradecol juvenil y donde Pichi ejercía como nuestro preparador. Ese mismo año aspiraba a la obtención del título de entrenador y al mismo tiempo permanecía en la plantilla del Club Astur, donde finalizaría su etapa como futbolista. Su afición por el fútbol me hace recordar la temporada 1963-64 en la que encabezó la iniciativa de formar un equipo de gente joven con la colaboración de algún veterano. Ese año el Club Astur estaría a punto de ascender a Tercera División.
Su técnica y forma de entender el fútbol se adelantaban, en mi opinión, a las habituales tácticas utilizadas en aquellos tiempos. Ya entonces nos hacía jugar con cuatro defensas utilizando la 4-2-4, la 4-3-3 y todas sus variantes, lo cual daba sobrada cuenta de los sólidos conocimientos que poseía acerca del fútbol.
En aquellos años en el Club Astur nadie cobraba por el esfuerzo realizado, incluido el entrenador, de quien recuerdo que invitaba a comer en su casa a la gente que no era de Oviedo. No olvidaré nunca esas primeras veinticinco pesetas que Quique, al que todos conocíamos como «el Pava», nos dio en la temporada 1963-64 cuando ganamos al San Esteban de Pravia, que ascendería ese mismo año a Tercera División. Las instalaciones del club no eran muy favorables por aquel entonces. A veces no disponíamos de agua caliente en los vestuarios y el terreno de juego era muy irregular, pero recuerdo la unión del equipo y la ilusión por jugar el fútbol que Pichi Naves nos planteaba.
Gracias a Pichi fiché por el Vetusta en la temporada 1965-66 y recuerdo perfectamente sus acertadas orientaciones acerca del club y de los entrenadores que en aquella temporada competían por hacerse con la gestión de la plantilla. Aún hoy recuerdo lo mucho que me ayudaron sus consejos.
Pichi supo siempre detectar con gran precisión y premura la destreza y la calidad de un buen jugador. Sus orientaciones determinarían fichajes importantes para el club, entre algunos casos destacados citaré el de Viti, que sería más tarde portero titular del equipo grande; Armando, en el que observó, desde el primer momento, unas magníficas aptitudes para el fútbol; Adrián, hoy jugador en el Coruña, o el reciente caso de Pascual, actual jugador titular en el Real Oviedo. Todos ellos resultan claros ejemplos del extraordinario conocimiento que Pichi poseía del fútbol, el cual supo acertadamente aplicar a la hora de extraer lo mejor de la cantera oviedista. Por ello, confío en que nuestro club sepa algún día reconocerle el puesto que se merece entre los mejores.
Compartí con Pichi Naves muchas temporadas de fútbol, en las que fuimos jugador y entrenador y en las que años más tarde nos enfrentaríamos, ambos ya como entrenadores titulares, y creo que de todas ellas aprendí a valorar su forma de entender el deporte y el fútbol en particular.
Me gustaría que estas palabras contribuyeran al reconocimiento profesional de Pichi Naves y también a perpetuar su recuerdo entre quienes tuvimos la oportunidad de enriquecernos con su persona. Te echaremos de menos.
Ataúlfo Fernández (Tofi)
Oviedo
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