Carta abierta a Manuel Prieto Fernández
Como siempre. También con tu manera de decirnos adiós un domingo de Corpus Christi, un 26 de junio siguiendo los pasos de San Josemaría Escrivá de Balaguer.Como siempre, Manolo. En silencio. En fiesta grande. Como de puntillas para no molestar a nadie, ese gesto tan tuyo cuando te ibas el último a dormir para estar al día siguiente arriba el primero para poner la mesa, para encender, con el ejemplo de la oración y el sacrificio y el servicio, el sendero de cada jornada santificándote y santificándonos con tu buen hacer de asturianísimo entrañable.Fuiste para mi todo un hermano mayor. Y quería darte las gracias por tanto. Por tu sentido del humor, por el contagio de un entusiasmo alimentado, sí, por tu amor a la Eucaristía y a la Virgen de Covadonga a quien tanto pediste por Asturias, España y el Mundo.Recuerdo a menudo nuestras partidas de parchís, ese volcarte tuyo de niño grande sin tregua, aún en los instantes de ocio o descanso, para hacer endecasílabos con la prosa de cada día, de cada instante, vibración de Eternidad.Con tu ejemplo levantaste mi vida, me diste alas, el Norte claro hacia Dios. Pura Alegría.Me exigías porque creías en mi, porque sabías que podía más y más y, con la exigencia, endulzabas la vida con momentos en los que nos reíamos, no pocas veces, hasta las lágrimas.Y ahora nos dices hasta pronto un día de fiesta, como siempre, para no querer molestar. Delante de uno como cada día, de puntillas. Dejándote ganar y dando asistencias para que sean otros los que salgan en la foto, haciéndonos crecer a todos aún con tu enfermedad de los últimos años, encarnando bien tus ideales de santidad que por igual llevaste a intelectuales, pescadores o mineros, niños y jóvenes en tu Peñavera, mujeres y hombres de toda edad y condición.Esperaste, maestro, a que acabara el Curso para decirnos en silencio adiós. ¡¡ Qué elegante en tu campechanía!!.
Muchas gracias, hermano mayor.
Hasta siempre, Manolo Prieto.
Y no te olvides, allá arriba, ni de mi familia ni de mi.
Aún me debes más de una revancha al parchís.
José Manuel Gutiérrez
Director Colegio CEU Virgen Niña de Vitoria
josemanuel.gutierrezgarcia@ceu.es
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