Quebrantahuesos, conservar o conservarse
Esta es la cuestión. La conservación de especies es el modo de vida para algunos que deben unir ética con subsistencia para garantizar supervivencia de quien (una especie) no necesita dinero para vivir. Hoy la conservación ha encontrado en la intervención casi su única justificación y es en esta asimilación, conservar-intervenir, donde está la raíz del enfrentamiento por un ave y sus escasos huevos que son para unos herramienta para conservar (y conservarse tal vez) y para otros expresión de vida intocable. La libertad de expresión incomoda, lo deducimos por carta de abogado de la FCQ- Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos - pero no por ello vamos a dejar de decir que: los huevos de los quebrantahuesos (aragoneses) son suyos y sólo un abandono de éstos o causa mayor considerada por todos justifica bajar a un nido. Que nos injuria saber que una marioneta tiene en su pecho una resistencia que da calor a un pollito que ha sido privado del calor vivo de sus padres. Que se maquilla el declinar de la especie y que el veneno vive y embiste. Sois ejemplo. De las dos aves trasvasadas en julio, Leoncia ya ha muerto (LNE, 16.04.11) apareció donde hay antecedentes por uso mortal de venenos. Esperando análisis (desde abril) vaya olfato por delante y dígase que donde hubo veneno lo habrá sino se admite y actúa. Al otro lado, Andalucía donde la muerte de dos quebrantahuesos envenenados (en una semana análisis hechos) ha detenido la suelta de más aves. No es momento de tocar los huevos del quebrantahuesos, ni de criar con marionetas calientes al precio de más aves muertas que vivas ni de desterrarlas a Asturias sin reducir riesgo de muerte. Evalúen si conservan o se conservan y también fin dado a dinero público (500.000 en centro de cría de Zaragoza y 2 millones en el de interpretación de Benia de Onís, concesiones en exclusiva incluidas).
David García Fernández, portavoz de L´Aliaga (Basbastro (Huesca)
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