Respuesta a guardaguías de las cuevas del Buxu y Pindal

He leído con estupefacción y pasmo el escrito de las guardaguías de las cuevas del Pindal y el Buxu, alguna llevada por su tremenda ambición y el intento de medrar a través de vías alternativas y, por qué no, tal vez instrumentalizadas por la Consejería de Cultura, a la que deben una ingente y monumental cantidad de privilegios: incumplimiento de horario continuado (eso sí, cobrando todos los meses), incumplimiento de la ley de Incompatibilidades (pero reflejado en su nómina el ingreso de la misma) y un largo etcétera que no es el objeto de esta carta.

¡Qué bien habrían estado calladas!, o simplemente haberme llamado y preguntado acerca de mis declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, tienen mi teléfono desde hace años.

En mis afirmaciones a LA NUEVA ESPAÑA decía totalmente lo contrario, que nunca había recibido instrucciones desde la Consejería de Cultura en la forma y plazo de ingreso de dinero (excepto a partir de 2010, y que obré de acuerdo a estas instrucciones antes de ser suspendido), e insistía en que desconocía cómo se hacía en otras cuevas, pero que el sistema de éstas me parecía, sin entrar en detalles, más perverso. ¿Cómo es posible vender una entrada y recogerla a los 10 metros de ser expedida? ¿Quién controla dónde va la entrada recogida? ¿Quién cierra las matrices diariamente? ¿O acaso por comodidad no se cierran?

Más grave, y de una falta absolutamente inquietante de respeto a la verdad, es su afirmación: «Nosotras ingresamos la recaudación con la periodicidad que esos ingresos requieren». Pues bien, en las páginas 39, 40 y 41 de mi expediente constan los siguientes ingresos desde la cueva del Pindal, solamente referidos al año 2007, 2008 y 2009, exclusivamente hasta octubre de 2009.

07/12/2007, siguiente ingreso 01/02/2008: 54 días. 17 días respecto al 15 del mes anterior.

01/02/2008, siguiente ingreso 23/04/2008: 83 días. 39 días respecto al 15 del mes anterior.

16/10/2008, siguiente ingreso 04/12/2008: 49 días. 20 días respecto al 15 del mes anterior.

22/01/2009, siguiente ingreso 05/03/2009: 42 días. 20 días respecto al 15 del mes anterior.

29/05/2009, siguiente ingreso 08/07/2009: 40 días. 23 días respecto al 15 del mes anterior.

El 27/08/2007 ingresa 3.444 euros se supone que de agosto, con 200 visitantes diarios a 3 euros por adulto y 1,5 los niños y las bonificadas hacen una media ridícula.

El 16/10/08 ingresa 6.805 euros, el 04/09/08 había ingresado 3.448,5, supongo que correspondientes al mes de agosto ¿Entonces por qué esta diferencia de recaudación en septiembre, mes habitualmente con menos visitantes? Desde el 1 de enero de 2007 a octubre de 2009 ha realizado un total de 32 ingresos.

Referente a la cueva del Buxu:

Ingresa el 03/07/2007, siguiente ingreso el 04/09/2007: 62 días. 31 días respecto al 15 del mes anterior.

Ingresa el 26/02/2008, siguiente ingreso el 15/04/2008: 49 días. 30 días respecto al 15 del mes anterior.

Ingresa el 15/04/2008, siguiente ingreso el 02/06/2008: 48 días. 17 días respecto al 15 del mes anterior.

Ingresa el 09/09/2008, siguiente ingreso el 03/11/2008: 55 días. 18 días respecto al 15 del mes anterior.

Ingresa el 12/01/2009, siguiente ingreso el 07/04/2009: 87 días. 51 días respecto al 15 del mes anterior.

Ingresa el 02/06/2009, siguiente ingreso el 03/08/2009: 62 días. 18 días respecto al 15 del mes anterior.

¿Es esto periodicidad? Como veo, y esto solamente en menos de dos años, desde mayo de 2007 hasta octubre de 2009 ha realizado 26 ingresos, pero no les ha impedido afirmar ampulosamente que la periodicidad es la que requieren esos ingresos, ya sea diaria, semanal, quincenal. Con estos datos se llega a la conclusión de que los ingresos no alcanzan a mensual siquiera. ¿Qué ha motivado todos estos retrasos? ¿Dónde guardaban el dinero hasta su ingreso? ¿En su casa debajo del colchón?

Creo que sí han perdido dinero, desde que la plaza de guardaguía del Buxu estuvo vacante hay depositados en mi despacho, en una cajita azul, 74 euros correspondientes a la recaudación del Buxu. Es más, me consta que la recaudación del Buxu se hizo directamente, en alguna ocasión, y de forma anual desde una cuenta privada a la cuenta del Principado, aunque entonces la actual firmante no fuese la titular.

Más grave me parece decir: «Resuelva sus conflictos particulares sin recurrir a la difamación y a la mentira». Con los datos anteriormente expuestos y argumentados, y respondiendo, me parece que no hay ni difamación ni mentira (en su carta es evidente la falacia y el intento de desprestigio), sino una preocupación pública sobre su gestión y responsabilidad, palabra tan reiterada en su carta, en las cuevas que espero sea corregida, para beneficio de todos, por los nuevos gestores de la Consejería de Cultura.

Alfonso Millara González