Lavadoras, efecto Pigmalión y deporte
Si se nos estropea la lavadora enseguida llamamos a un profesional para que nos la arregle , pero no nos preocupamos tanto por la persona que se encarga de enseñar en las actividades llamadas de ocio y tiempo propio; deportes varios, gimnasios, campamentos
Todos hemos visto algún entrenador@ chillar a niñ@s pequeñ@s por fallar un gol o un monitor@ mandar la misma tabla de ejercicios para engordar, adelgazar, tonificar...
Dos han sido las coincidencias este verano que se han dado, para escribir esta carta:
Un monitor de campamento obligando a un niño de cinco años a dormir sin pañales durante 3 días porque: a este le enseño yo, con las consecuencias que tod@s imaginan.
Un curso de iniciación de la Fundación Deportiva Municipal de Avilés donde un monitor de tenis, de cien comentarios realizados no dedicó ninguno a reforzar positivamente.
En el año 1960, el psicólogo Robert Rosenthal, realizó numerosos estudios que ratificaron el EFECTO PIGMALIÓN:
Cada una de las expectativas que el entrenador realiza con cada uno de sus deportistas, las transmite no sólo verbalmente, sino que también por comunicación no verbal. Se hace necesario que un entrenador tenga claro la relevancia que producen sus comentarios, sobretodo aquellos que trabajan en el área formativa. Transmitir más expectativas reales y positivas hacia los deportistas, favorece la autoconfianza del deportista, impactando positivamente en su rendimiento.
No quiero terminar sin reconocer y agradecer que cada vez existen más profesionales que no sólo tienen un dominio de las técnicas deportivas o de ocio, sino también de didáctica, pedagogía, dinámica de grupos que permiten que nuestra lavadora funcione correctamente y espero que el resto sean la excepción que confirma la regla.
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