Pensiones, ¿sistema de reparto, o de capitalización?
Con harta frecuencia, nos sale por ahí algún 'listillo', pretendiendo comernos el coco amenazando con la posible quiebra del Sistema Público de Pensiones, y casi siempre arrimando el ascua a su particular sardina, queriendo convencernos de las ventajas de sustituir el actual sistema de reparto por uno de capitalización, en el que según ellos cada asegurado, llegado el momento de la jubilación cobraría todo lo cotizado.
¿Se imaginan quienes estén a punto de jubilarse lo que cobrarían de pensión en este momento, tal como van las inversiones en Bolsa? Mejor no pensarlo. Mucho habría que cambiar en la normativa actual sobre planes de pensiones privados, para que al final los beneficiarios tuviesen garantizada una pensión equivalente a la que nos garantiza el sistema de reparto que contempla nuestro Sistema Público de Pensiones.
Es cierto que nuestro sistema actual, adolece de una serie de fallos que son sin duda manifiestamente mejorables. Hoy más que nunca, debido al alto índice de desempleo que genera la la crisis, es urgente hacer ciertos retoques en el sistema. No se puede seguir por más tiempo permitiendo que personas con largas carreras laborales y de cotización, al quedarse sin empleo con edades próximas a los 50 años, corran el riesgo de verse en la vejez sin derecho a pensión, o con una pensión de miseria, por no haber podido cotizar en sus últimos años de vida laboral. El hecho de que sólo entren en el cálculo de la base reguladora de la pensión los últimos 15 años cotizados, si bien beneficia al conjunto de pensionistas, por el contrario, perjudica seriamente a quienes pierden su empleo en ese último periodo de su vida laborar; por tanto urge que los responsables del famoso Pacto de Toledo tengan esta nueva situación en cuenta y propongan cuanto antes reformas encaminadas a solucionar tan grave problema.
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