La Policía Nacional no es racista
Conozco muy bien la forma de proceder de los actuales funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), cada vez más jóvenes aunque sobradamente preparados.
La forma de actuar del policía que más conozco, así como la de todos sus compañeros, la resumo a continuación, porque ellos nunca se defenderán de insinuaciones de racismo en un medio de comunicación.
En la carta de D. Jaime Lisa Escaned de 16-7-2011 titulada «Petición a los indignados del 15-M» se relatan unos hechos objetivos que en ningún momento explican omisión de los derechos humanos por parte de dos funcionarios del CNP en una identificación de sospechosos, muy al contrario expone actuaciones policiales rutinarias en el cumplimiento del deber policial.
Lo que ya es subjetiva es la interpretación de estos hechos por parte del autor de dicha carta, sobre todo porque desconoce este señor si en esos momentos se está buscando a alguien con las características raciales del identificado o bien si los policías tienen la orden de identificar a posibles inmigrantes ilegales a su llegada.
Cobrando bastante menos de la mitad del sueldo neto de un concejal, a quien no se le exige ni formación ni arriesgar la vida diariamente, los funcionarios del CNP trabajan con vocación de servidores públicos sin distinción de raza, edad ni sexo, asistiendo y ayudando a cualquier persona que se ve en peligro en la vía pública o en su domicilio, con toda la humanidad y profesionalidad que se puede esperar.
Conozco miles de anécdotas que lógicamente no procede relatar aquí, pero sólo voy a relatar una ilustrativa: ciudadana europea rumana joven de etnia gitana protagoniza un altercado en la vía pública y, conocedora de sus «derechos», requiere la presencia de un «zeta» del CNP que pasaba por allí. Al bajarse del coche policial los dos agentes uniformados comprueban el ataque de ansiedad de un ciudadano europeo español de raza blanca, avanzada edad e indocumentado porque, según refiere, un menor acompañante de esta señora le acaba de robar la cartera y se ha dado a la fuga. Explica el ciudadano español que, al recriminar a la adulta por el robo de la cartera que acaba de realizar su supuesto hijo, ella le amenaza en un perfecto castellano con que, si les denuncia, le va a decir a la Policía que el señor, la verdadera víctima, «ha abusado sexualmente del niño aprovechando para tocarle mientras estaba parado a su lado antes de cruzar en el paso de peatones, y el niño se ha escapado del miedo que ha pasado...», todo ello a plena luz del día y en presencia de algunas personas que contemplan la escena.
Identificada esta «señora», se comprueban los múltiples antecedentes policiales en su haber, y al proceder a su detención ésta comienza a proferir insultos llamando «racistas» a los dos policías.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo